La trágica historia de Gómez, una mujer de 60 años que se ganaba la vida haciendo oficios domésticos, comenzó esa noche de julio cuando vio llegar a su vivienda a su novio, Marco Antonio S.V., ebrio y exigiéndole dinero.
Al parecer el hombre era drogadicto y necesitaba estupefacientes para calmar su ansiedad.
Gómez es madre de dos hijos uno de ellos, el mayor, es ciego y estaba en el momento del suceso.
En una entrevista que figura en el portal Youtube en la cuenta de Comunicadores Urbanos la mujer contó que después de un intenso forcejeo, de recibir golpes y de que su pareja amenazara con matar a su hijo invidente, ella tomó un cuchillo para amenazarlo pero que no tenía ninguna intención de matarlo.
“Se me fue la mano”, relató Gómez en la conmovedora entrevista en donde habla que necesita trabajar, puesto que es el único sostén de su hijo.
La noticia cobra una mayor relevancia después de que Gómez diera a conocer que policías federales la torturaron después de capturarla para que dijera “la verdad”, y aunque Gómez ya les había confesado ser la autora del crimen, los investigadores creían que otro hombre lo había perpetrado.
Desde la captura de Gómez, Chetumal, una acogedora ciudad fronteriza con Belice, ha experimentado una serie de protestas de quienes exigen su puesta en libertad.
VIDEO | Entrevista donde Gómez relata con detalles qué ocurrió la noche del crimen y cómo la torturaron agentes federales.
https://youtube.com/watch?v=jENlf
El diario La Jornada Maya, cita declaraciones de la activista Virginia Betanzos Moreno quien afirma que el día de los hechos, “la sentenciada se defendió del victimario después que éste la “masacraba” por enésima ocasión en completo estado de ebriedad, en el hogar conyugal”.
El mismo medio cita que la propia Gómez fue la que llamó a los paramédicos que llegaron media hora después del incidente.
“Reyna es víctima de un sistema de justicia absurdo, incongruente e inhumano como el de Quintana Roo, y es inimputable por su edad. La sentenciada tendría que cumplir la sentencia en su casa porque, además, de ella dependen dos hijos, uno invidente, y tiene que conseguir 800 pesos semanales para que no la golpeen en la cárcel”, afirmó Betanzos, según el mismo medio.
Otros medios locales citan testimonios de vecinos de Gómez que aseguran que esta sufría diariamente violencia doméstica.