Hasta ahora había trascendido que el objetivo de los terroristas de Bruselas era atentar en Francia, pero según “Libération” el objetivo concreto era la competición futbolística que comenzará el 10 de junio próximo.
El diario indica que la confesión de Abrini en ese sentido es “sorprendentemente clara” y que “policías y magistrados buscan verificar su autenticidad” .
“Libération” también cita una fuente policial francesa que no considera sorprendente el proyecto de atentado contra la Eurocopa, lo que confirmaría que Bélgica se ha convertido en la retaguardia operativa de estos grupos yihadistas.
Abrini es el tercer terrorista grabado por las cámaras de vigilancia del aeropuerto de Bruselas, el único que no se hizo saltar por los aires.
En un ordenador encontrado en una papelera próxima al lugar del que salieron los terroristas antes de cometer el atentado se han encontrado registros sonoros que prueban que los yihadistas estaban en contacto con Siria, de donde recibían órdenes, según el rotativo.
En esos documentos se habla de un atentado en el barrio financiero de París, La Défense, así como en una asociación católica ultraconservadora, pero “Libération” señala que esos planes “no fueron considerados prioritarios” .
Sin embargo, las declaraciones de Abrini muestran que la Eurocopa era su objetivo y que el avance de la investigación en Bélgica les hizo cambiar de planes e improvisar un atentado en Bruselas.
Además de haber sido filmado en el aeropuerto bruselense, los investigadores tienen pruebas de que Abrini también participó en los atentados de París, que costaron la vida a 130 personas.
En concreto, se le vio acompañado de Salah Abdeslam, superviviente de los atentados de París, en una gasolinera del norte de Francia el 11 de noviembre.
Además, sus huellas y trazas de ADN han sido encontrados en uno de los coches que sirvió a los terroristas de París.