En el video, que se hizo viral a partir del miércoles en las redes sociales, aparece una mujer descalza echada en el piso, que llora y grita mientras una soldado apunta un arma sobre su cabeza.
Después una agente de la Policía Federal le esposa las manos y comienza a asfixiarla -en dos ocasiones- con una bolsa de plástico, mientras la militar le hace preguntas y la amenaza con otras formas de tortura.
Los hechos ocurrieron el 4 de febrero del 2015 en el municipio de Ajuchitlán del Progreso, en Guerrero, un estado del sur de México clave en el cultivo y tráfico de amapola y marihuana.
Ante el escándalo, la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) dijo esta semana haber tenido conocimiento de lo sucedido recién el 10 de diciembre del 2015, y aseguró que un capitán y una soldado policía militar fueron arrestados en instalaciones castrenses “como presuntos responsables del delito de desobediencia”.
“Es necesario expresar públicamente nuestra indignación por los hechos lamentables que sucedieron hace casi 14 meses (…) en el que se aprecia que malos integrantes de nuestra institución empañan la actuación honorable de miles de mujeres y hombres en uniforme militar”, dijo Cienfuegos.
Estos sucesos, “aunque aislados, dañan de manera muy importante nuestra imagen y el prestigio que dignamente hemos ganado”, añadió.
El despliegue militar en México contra la delincuencia organizada, que se inició en el 2012, ha desatado numerosas críticas dentro y fuera del país por los numerosos casos de abuso por parte de los uniformados.
En diciembre del año pasado, el presidente Enrique Peña Nieto envió al Congreso dos nuevos proyectos de ley para prevenir y sancionar la desaparición forzada y la tortura en el país, fenómenos que han sido denunciados por la ONU.