Las protestas anunciadas para este lunes estaban dirigidas contra la iniciativa del presidente Abdel Fattah al Sisi de entregar a Arabia Saudí dos islas en el mar Rojo que están siendo administradas por Egipto. Ya a mediados de abril se produjo una de las mayores protestas de los últimos años por este motivo.
Por la mañana de este lunes miles de miembros de las fuerzas de seguridad fueron desplegados en El Cairo, sobre todo en el centro de la ciudad, cerca de la plaza Tahrir, el epicentro del levantamiento popular que precipitó la caída del presidente Hosni Mubarak en 2011.
Allí se alineaban vehículos de la policía y ambulancias. La estación más próxima de metro fue clausurada y la ciudad era sobrevolada por jets de combate.
Una colaboradora de BBC escribió en Twitter que a su equipo se le impidió grabar imágenes en la plaza. El sindicato de periodistas egipcio denunció además el intento de asaltar su cuartel central, uno de los puntos de las manifestaciones, por seguidores del Gobierno acompañados de policías.
Denunció además el arresto de 12 periodistas mientras intentaban cubrir los hechos. Otros tres fueron “parados y atacados”.
Simultáneamente, varios representantes de partidos opositores fueron rodeados por fuerzas de seguridad en un edificio del barrio de Dokki. Lo mismo sucedió en la sede central del partido Dignidad, donde se habían reunido miembros de otras siete agrupaciones políticas, dijo a dpa Masum Arzuk, importante integrante de Dignidad y ex viceministro de Exteriores de ese país.
“Todos los lugares en los que habíamos anunciado protestas pacíficas (…) fueron rodeados por un alto número de efectivos de la seguridad”, contó un miembro de la campaña contra la entrega de las islas de Tirán y Sanafir, Khalid Daud.
Ahmed Abdallah, fundador de la Comisión Egipcia para Derechos y Libertades (ECRF), una conocida organización defensora de los derechos humanos en el país norteafricano, fue arrestado en su vivienda de la capital y llevado a una comisaría, denunciaron varias organizaciones egipcias.
“No sólo salimos para oponernos a la entrega de las islas a Arabia Saudí, sino a la forma en que la decisión fue anunciada de forma unilateral por el presidente”, dijo a DPA. “Todo fue hecho en la oscuridad”, dijo al tiempo que destacó que la protesta es pacífica y no se está pidiendo la dimisión de Al Sisi.
Al Sisi y su Gobierno aseguran que las islas de Tirán y Sanafir fueron siempre territorio saudí ocupado temporalmente por Egipto, pero los activistas de la oposición y algunos expertos lo contradicen.
Al Sisi aseguró el domingo que hay “fuerzas del mal” que amenazan las instituciones estatales. El Ministerio del Interior egipcio anunció que la ley sería aplicada con “absoluta determinación”.
En Egipto, las protestas sin autorización policial están prohibidas en virtud de una ley aprobada algunos meses después de que Al Sisi, entonces jefe del Ejército, derrocara al presidente islamista Mohamed Mursi, en julio de 2013.
Los partidos están “conmocionados” sobre la detención de manifestantes pacíficos en las calles, sobre cómo fueron golpeados y trasladados por policías, señaló Marzuk. “Somos una ciudad sitiada”, aseguró.