Según los términos del compromiso alcanzado, la ciudad no admite el cargo de muerte por negligencia presentado por la familia de Tamir Rice contra Cleveland y los dos policías involucrado en el caso.
Cleveland pagará US$3 millones este año y los tres restantes en 2017.
Este acuerdo judicial tiene lugar cuatro meses después de que un jurado estadounidense decidiese no enjuiciar al policía Timothy Loehmann que mató a Rice cuando el niño jugaba con una pistola de juguete en un parque.
Basado en los elementos de prueba y al considerar que la policía recurrió a la fuerza letal en un marco legal, el jurado había resuelto el pasado 28 de diciembre “no presentar cargos penales”.
El caso, que conmovió a la opinión pública, tuvo lugar el 22 de noviembre de 2014 y fue filmado por una cámara de videovigilancia que muestra a dos agentes policiales interviniendo en una plaza en Cleveland tras haber sido alertados de la presencia de un joven armado.
Uno de los agentes abrió fuego segundos después, matando a Rice de dos balazos en el abdomen.
El caso provocó la indignación de numerosos estadounidenses, que desde hace varias semanas se manifestaban contra la presunta impunidad de policías blancos implicados en la muerte de negros.
Otros pagos millonarios
Los abogados de la familia de Rice afirmaron que “ningún monto de dinero puede compensar de manera adecuada” la pérdida del niño.
“En una situación como ésta, no hay un final o justicia. Nada traerá de vuelta a Tamir”, agregaron en un comunicado.
El millonario pago que hará Cleveland se suma a los efectuados recientemente por otras ciudades para evitar juicios similares por muerte por negligencia.
A principios de mes, Chicago (norte) acordó pagar unos 6,5 millones de dólares para resolver dos casos diferentes de presunta mala praxis policía.
Uno de los casos, capturado en video, involucró a un hombre con problemas mentales que fue atacado de manera reiterada con una pistola Taser. El otro fue por la muerte de un asmático al que la policía persiguió a pie.
De su lado, la ciudad de Baltimore (este) aceptó pagar en septiembre pasado unos 6,4 millones de dólares a la familia de Freddie Gray, cuya muerte tras ser detenido por la policía provocó graves disturbios raciales.
El año pasado también, Nueva York alcanzó un acuerdo por 5,9 millones de dólares con la familia de Eric Garner, cuyas palabras finales —“No puedo respirar”— se convirtieron en un lema en las manifestaciones de protesta en todo Estados Unidos.
Garner estaba desarmado cuando la policía se acercó a detenerlo por supuesta venta ilegal de cigarrillos en Staten Island (sur de Nueva York) en julio de 2014. Uno de los oficiales lo sujetó del cuello con una llave, lo que le ocasionó la muerte según la autopsia oficial.
