Las firmas serán entregadas el próximo lunes para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) las analice y valide.
En una segunda instancia, la MUD deberá recoger cerca de cuatro millones de firmas más para que el CNE convoque a la consulta popular.
Para revocar a Maduro, el “sí” debería sacar un voto más de los 7.587.532 con que el heredero político del fallecido líder socialista Hugo Chávez fue elegido en 2013 para un período de seis años, una meta frente a la cual la oposición se muestra segura.
Uno de sus dirigentes, el vicepresidente del Parlamento Enrique Márquez, desestimó este jueves la afirmación de Maduro de que los intentos para sacarlo del poder no tienen “viabilidad política”.
Márquez comparó esa declaración con el triunfalismo del presidente antes de las elecciones legislativas del pasado 6 de diciembre, cuando el chavismo fue arrasado en las urnas.
A la par que daba por cumplido el objetivo sobre la recolección de firmas, la oposición lanzaba otro desafío a Maduro al emitir un voto de censura en la Asamblea contra su ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres, culpándolo de la escasez de al menos dos tercios de los alimentos básicos.
Los diputados denunciaron que el desabastecimiento se presenta por la “destrucción” del aparato productivo y la “corrupción” en las importaciones, señalando directamente como responsable al ministro, un militar que ha ocupado una veintena de cargos durante la era chavista.
“Estamos ante la peor emergencia alimentaria de la historia de Venezuela”, afirmó el asambleísta Ismael García.
Facultado para suspender actos electorales
El presidente de la cámara, Henry Ramos Allup, notificó a Maduro para que proceda a la remoción de Marco Torres, pero éste la descarto y anunció que emitirá un decreto, en el marco de la emergencia económica que rige desde enero, para neutralizar lo que calificó como un “sabotaje” parlamentario de la oposición.
“Al ministro no lo remueve nadie”, afirmó el mandatario, quien llamó a Ramos Allup a acatar en cambio una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que modificó el reglamento interno de la cámara y según él invalida la moción de censura.
La norma dejará “sin efecto constitucionalmente, mientras dure la emergencia económica, cualquier sabotaje que haga la Asamblea contra cualquier ministro, institución u órgano del poder popular (…) porque no nos podemos calar un sabotaje”, advirtió Maduro.
El presidente criticó que la oposición no apoye sus políticas para enfrentar la grave crisis económica y del sector eléctrico, que lo llevó a ordenar racionamientos programados de energía, por lo que amenazó con cortar la luz al palacio legislativo.
También advirtió que la Constitución lo habilita para decretar “estado de emergencia” por motivos económicos e incluso hasta suspender actos electorales.
“La Constitución me faculta para, en casos de emergencia nacional, hacer un estado de emergencia constitucional y hasta que no haya estabilidad no hacer ningún evento de carácter electoral”, dijo.
Venezuela tiene previsto realizar comicios regionales en el último trimestre del 2016.
A sabiendas de que la destitución del ministro no será ejecutada, la Asamblea obró así porque “el elector ve que está cumpliendo con sus tareas y deja al gobierno el costo político de mantenerlo en el cargo”, comentó a la AFP el analista Benigno Alarcón.
Los apagones, aunados a la escasez, desataron protestas desde el lunes, especialmente en Maracaibo, segunda ciudad venezolana, que ya dejan un centenar de detenidos y 50 comercios saqueados.
Quema de neumáticos y bloqueos de vías se presentaron la noche del jueves en el rico enclave petrolero, constataron reporteros de la AFP.
“Estamos protestando porque no tenemos comida, nos quitan la electricidad para beneficiar a Caracas. ¡Cómo es posible que hagamos una cola de 12 horas y cuando llegamos a la caja no más un paquete de harina!”, fustigó desde Maracaibo la profesora Ana Pirella, de 56 años.
El 13.4% de los venezolanos reconoce que “en su casa se comió una vez al día”, según un sondeo de la firma Venebarómetro divulgado este jueves, que indica que la desaprobación a Maduro alcanza al 68% de la ciudadanía.
El porcentaje de personas que reportó que en su vivienda se alimentaron solo una vez al día creció más de ocho puntos desde febrero.