El gigante bancario chino cuenta en la actualidad con unos 500 empleados en Estados Unidos, de los cuales 400 trabajan en sus oficinas de Nueva York, que hasta la fecha tiene su sede central en un viejo edificio del barrio de Upper East Side.
“Hemos crecido muchísimo en estos años y las actuales oficinas se han quedado demasiado pequeñas”, dijo al periódico Xu Chen, quien añadió que de aquí a final de año planean contratar a otras cien personas en Estados Unidos.
El cuarto mayor banco del mundo por volumen de activos, propiedad del Estado, cuenta en la actualidad con unos US$78 mil millones de activos en Estados Unidos, frente a los US$12 mil millones que tenía en el 2010, según datos de la Reserva Federal.
La expansión de los bancos chinos en el exterior coincide con el delicado momento económico que atraviesa el gigante asiático, donde el año pasado sus grandes entidades financieras registraron sus beneficios más bajos en casi una década.
Según sus últimos resultados anuales, Bank of China ganó en el 2015 un 1.3% más que en el ejercicio anterior, mientras que en el 2014 los beneficios habían crecido un 8.2%, según destaca el periódico neoyorquino.