El tribunal correccional de Bruselas ha ordenado su arresto inmediato, al no haber sido informados oficialmente los jueces sobre su muerte y no haber recibido el tribunal ningún certificado sobre su fallecimiento.
Najim Laachraoui fue identificado como el segundo terrorista que se inmoló en el aeropuerto de Zaventem, según revelaron las pruebas de ADN. Sus huellas fueron encontradas en varios cinturones explosivos de los atentados del 13 de noviembre del 2015 de París y también en al menos dos de los pisos francos utilizados por la célula terrorista en Bélgica.
El día de los atentados en la capital belga, las cámaras de seguridad del aeropuerto captaron a tres terroristas en la terminal de salidas, minutos antes de las dos explosiones, empujando varios carros con maletas en las que llevaban los explosivos.
La Fiscalía federal confirmó la muerte de dos de ellos en el ataque: Ibrahim Bakraui y Nakim Laachraoui. Mohamed Abrini reconoció a principios de abril ser el llamado «hombre del sombrer», el tercer terrorista captado por las cámaras, que huyó del aeropuerto tras dejar la carga de explosivos en el lugar.
El tribunal absolvió a cuatro de los sospechosos, incluido un imán del barrio bruselense de Anderlecht contra quien se pedía una condena de doce años de prisión.
En su fallo, el tribunal insistió en el hecho de que los condenados viajaran a Siria por razones ideológicas y religiosas, y no (como ellos afirmaban) para combatir al régimen totalitario de Bachar al Asad.
También precisó que eran “frágiles y fanáticos, dispuestos a todo para que se hable de ellos” , y que en ese sentido representan un peligro para la sociedad.
Treinta personas estaban implicadas en este caso, relativo a los viajes de supuestos yihadistas desde Bélgica hacia Siria entre 2012 y 2014.
Algunos estaban acusados de reclutar a candidatos yihadistas, otros por ir a Siria a combatir con grupos considerados terroristas, y los últimos por aportar ayuda material a los candidatos a la yihad.