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Una investigación presentada en 2013 en Australia por M. Hasan paraQueensland University of Technology explica que la presencia de jardines en las vías y patios, así como en techos y fachadas, podrían ayudar purificar el aire, entre otros beneficios para lograr un clima urbano saludable.
El investigador explica que una pared viva o jardines verticales se puede cultiva directamente en la fachada de un edificio, o bien cultivar en un sistema estructural instalado por cable o un sistema de macetas frente a las paredes o ventanas de un edificio.
Ma. Michael Pineda, de IArquitectura expresa que además de los beneficios para el ambiente, las personas buscan este tipo de soluciones para disfrutar la sensación de frescura que dan las plantas al incorporarlas a los ambientes.
Sin olvidar que los muros vivos y su conexión con la naturaleza propician un ambiente con menos estrés, aislan el ruido y reducen hasta 5 grados de la temperatura interior de un edificio.
“En la actualidad existe variedad de diseños que podrían aplicarse. En algunos lugares, de ser necesario, se utilizan plantas artificiales que logran un efecto visual atractivo y natural”, expresa la experta.
El nacimiento de los jardines verticales
Es importante conocer que actualmente el paisajismo moderno está orientado hacia el diseño y los jardines se convierten en un lienzo tomando en cuenta elementos como son figuras geométricas y abstractas con mezcla de colores, flores y elementos decorativos y arquitectura, “este tipo de paisajismo tiene especial interés en la conservación del medio ambiente, la reutilización del agua y el uso de nuevas tecnologías”, explica el arquitecto Carlos Paniagua en una investigación llamada Centro de paisajismo y tecnología ambiental, en la Universidad Rafael Landívar.
Sin duda, los jardines verticales son parte de esta tendencia. Cuando se habla de este tipo de jardines, el nombre del francés Patrick Blanc está íntimamente relacionado.
El botánico francés visitó Malasia y Tailandia de joven y ahí observó como las plantas crecían verticalmente en los acantilados, con sus raíces extendiéndose dentro de los musgos en las rocas.
En 1980 Blanc intentó imitar esto con la ayuda de un sistema de riego en la parte superior de una instalación y a esto llamó jardín vertical. Desde entonces ha participado en diversidad de proyectos alrededor del mundo.
La propuesta de Blanc es un sistema de soporte ligero de la planta que se utilice en cualquier pared, sin importar su tamaño.
Esta posibilidad también se aplica a espacios interiores y exteriores. La selección de plantas es importante para que se adapten a estos ambientes.
El jardín vertical de Blanc requiere de una estructura metálica, una capa de PVC y un fieltro especial. La estructura permite que las raíces crezcan en esta estructura y no tengan contacto con la pared interna, lo cual evita que ésta se dañe.
El peso del jardín vertical, incluyendo las plantas y la estructura de soporte, es inferior a 30 kilogramos por metro cuadrado. Por lo tanto, el jardín vertical de Blanc se puede implementar en cualquier pared, de cualquier tamaño y sin limitación de altura.
Paniagua explica que actualmente también existen otras modalidades con una combinación de estos materiales y otros para crear los jardines o muros vivos, cada uno con ventajas y desventajas. Lo cierto es que se busca que las plantas utilizadas tengan raíces pequeñas, disponibilidad de luz, según las necesidades de las planta, compatibilidad y mezcla de sustratos, agrega en su investigación.
Faustino Argueta, instructor de jardinería en Intecap comenta que esta solución es útil en diferentes espacios. Es importante definir el tipo de plantas según la cantidad de sol que reciben.
En general los jardines se centran en especial en plantas que producen pocas flores como follajes y helechos. Entre ellas se puede utilizar lysimachia, ficus, chlorophytum y scheffleras, solo por mencionar algunas.
“El ideal es conocer las plantas, su comportamiento y la manera de cuidarlas”, agrega el experto.
Argueta sugiere contratar a un experto para realizar este tipo de proyectos y así tener una asesoría para hacer un estudio profundo del lugar donde se ubicará y que esto permita que estos espacios sea exitosos y perduren.
Se necesita un sistema de riego, poda y fertilización para su mantenimiento.
En el hogar
Si quiere experimentar en casa también podría inclinarse por soluciones más sencillas. La idea es ingeniarse para crear estructuras colgantes y livianas para colocarlas en las paredes.
En esto se incluyen los tubos de PVC, estructuras colgantes que se encuentran en viveros, o bien algunos elementos reciclados que estén en el hogar. Todos pueden servir para esta finalidad. Para comenzar podría intentar con la siembra de especias como la albahaca u orégano, la idea es que el sustrato que utilice sea liviano para que la estructura no pese.
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