Salud y Familia

Aléjese de estas sustancias cancerígenas

Hay productos cotidianos cuyo uso frecuente aumenta el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer, por  las sustancias que contienen y que alteran el ADN.

El caso reciente es el de los talcos de una conocida marca que provocaron cáncer de ovarios a una mujer en EE.UU., luego de haberlos usado durante años.

Un jurado popular de Misuri condenó la semana última a un gigante farmacéutico y de productos de higiene a pagar US$55 millones a Gloria Ristesund, de 62 años, a quienes los médicos hallaron talco en su tejido ovárico. Este producto está elaborado de silicato de magnesio (silicio, magnesio, oxígeno e hidrógeno).

La Sociedad Americana contra el Cáncer ha advertido sobre la relación de los talcos, aplicados a la zona íntima, con la aparición del cáncer ovárico, dice el médico Joaquín Barnoya, del Centro de Investigación del Incap para la Prevención de Enfermedades Crónicas. El talco puede viajar al aparato femenino y permanecer durante años, lo que puede ocasionar  cáncer con el paso del tiempo.

Algunos talcos  contienen asbesto —amiantos—, sustancia que puede causar cáncer pulmonar, cuando se inhala.  Esta fue prohibida en EE. UU. en la década de 1970.

La Academia de Pediatría Americana no recomienda el uso del talco en los bebés, porque afecta  el aparato respiratorio.

“Los factores genéticos intervienen en el desarrollo del cáncer y el daño de estas sustancias no están cien por por ciento comprobado, pero son factores de riesgo”, dice la médica Blanca Alfaro,  del Instituto  de Cancerología.
Acá se incluyen algunos químicos que  predisponen a padecer cáncer.

Cigarrillo

Un cigarro contiene unas 4 mil sustancias químicas, de estas 200 son venenosas y 69, cancerígenas, entre estas, policarburos aromáticos, alquitrán, fenol y  benzopireno, que afectan el pulmón, laringe, cavidad oral, vejiga y riñón. El humo de segunda mano es igual de perjudicial.

Alcohol

Un programa de toxicología de EE. UU. incluye en su lista el consumo de bebidas alcohólicas como carcinógeno. Quienes ingieren 50 gramos de alcohol al día aumentan su riesgo de desencadenar cáncer de cabeza, cuello, cavidad oral, mama, laringe, seno, colorrectal y hepático.

Radiación 

La luz solar es la principal fuente de radiación ultravioleta. Le siguen las lámparas y camas bronceadoras. Aunque los rayos UVA y UVB que estas emiten constituyen  una pequeña porción de los rayos solares, son la principal causa de cáncer de piel porque afectan el ADN de las células.

Benceno

Es un líquido volátil que se usa en la industria farmacéutica y química, y se encuentra en la gasolina. Se le atribuye el desarrollo de leucemia y  linfoma no Hodgkin. El aire exterior contiene niveles bajos de benceno proveniente del humo del tabaco y gases de vehículos motorizados.


Humo de diésel

Hay más de 30 componentes del humo que expelen los motores diésel y es uno de los más peligrosos para la salud. Se  relaciona su exposición al desarrollo de tumores pulmonares en quienes tienen contacto continuo con este, pero también hay casos de cáncer de vejiga.

Radiación iónica

Se utilizan para exámenes y tratamientos. La exposición crónica a los rayos gamma o rayos X se  vincula a cáncer de esófago, de estómago, de colon y de pulmón. El riesgo de cáncer depende de la dosis, que comienza a acumularse, incluso, si estas son muy bajas.

Parabenos

Estas sustancias imitan al estrógeno y se encuentran en  productos de cuidado personal. Pueden resultar peligrosas, incluso en dosis bajas.  Se usan como conservantes en cosméticos, cremas de cuerpo, champús y desodorantes. Se les vincula con el desarrollo de cáncer de mama.


Níquel

La población  está expuesta a niveles bajos de níquel en el aire,  agua,  alimentos y  humo de tabaco. La exposición constante a este metal, que afecta a trabajadores de la industria de níquel, minería o soldadura, está relacionada con mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón y nasal.

Bisfenol A

El bisfenol A (BPA) es un estrógeno sintético débil que se encuentra en muchos productos de plástico rígido o revestimientos de latas de alimentos y fórmula.  El estrógeno, al actuar como disruptor hormonal, puede hacer que el cáncer de mama se desarrolle.

Bebidas carbonatadas

El consumo de una o más bebidas carbonatadas al día puede incrementar el riesgo de cáncer, porque contienen 4-metilimidazol, sustancia que se encuentra en los colorantes de caramelo que les da el tono oscuro. Esta sustancia solo se utiliza para fines estéticos.

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