Cambios
Gustavo Chigna, vulcanólogo del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), explicó que el Volcán Santiaguito se formó a raíz de una violenta erupción del Volcán Santa María, en 1902.
Desde 1922, el coloso ha desarrollado cuatro domos llamados Brujo, Monge, Mitad y Caliente. Está considerado como uno de los volcanes más peligrosos del mundo y es el más joven de Guatemala.
Según el experto, el coloso se ha caracterizado por tener fuertes y violentas explosiones, las cuales han cobrado varias vidas. “Por ejemplo, en 1929, un repentino cambio de actividad cobró la vida de al menos mil 500 personas que vivían cerca del volcán y enterró varias fincas de café”, señaló.
Cambios
Chigna precisó que si bien el coloso ha tenido actividad constante, comenzó a tener cambios significativos desde el 2010, cuando “hubo una serie de explosiones y creó una zanja en el flanco oeste, que llegaba desde el cráter hasta el domo”.
Los flujos de lava han rellenado y modificado la morfología de esta parte del domo. En el 2012 se puso más explosivo y violento. Esta actividad causó que siguiera el apilamiento de material.
El vulcanólogo explicó que el 9 de mayo de 2014 “se registró el evento más grande desde 1929. Se dio un colapso del borde sureste del domo Caliente y por primera vez el alud de material volcánico pasó frente al observatorio. Han sido los más extensos y volvieron a modificar la zona nuevamente”.
“Cuando eso pasó el volcán se quedó sin explosiones y desde el borde colapsado salió un río de lava y rellenó todas las barrancas cercanas a la zona y otros zanjones”, dijo Chigna, quien reveló que actualmente el nacimiento del río Nimá 2 está tapado.
Peligro
El experto explicó que esto crea “un gran peligro” para los poblados del área debido a que la zona volcánica es la más lluviosa del país y se puede registrar hasta cuatro mil milímetros.
27 fases eruptivas hubo en 2015
3 km son sensibles a retumbos
2 metros miden rocas expulsadas
Agregó que al estar tapado el cauce del río se formó un zanjón y si existe un alza de lluvia podría arrastrar sedimentos de las erupciones, lo que dañaría fincas y particularmente el puente Castillo Armas debido a que el alud llegaría hasta el cauce del río Samalá.
Otra alarma es que el volcán ha expulsado bloques de piedras que miden hasta dos metros de diámetro y han caído hasta a tres kilómetros del cráter, lo que supone un serio peligro para turistas que llegan al coloso, quienes suben sin ningún tipo de protección o guía.
Otro problema es la caída de ceniza que afecta a las poblaciones cercanas.