Los cuerpos fueron identificados como Wilber Alejandro Salán, quien cumplió 18 años el pasado noviembre. Vivía en la colonia Santa Fe, de la zona 13. Su familia vende ropa en un puesto del mercado La Placita.
Una llamada anónima a su hogar dio las pistas para localizar el cuerpo. “Si quiere enterrar a su hijo vaya al barranco de Ciudad Real”, dijeron a la familia.
Los socorristas descendieron 80 metros para rescatar el cuerpo de Salán. Cerca, encontraron un segundo cadáver. Ambos estaban desmembrados.
La otra víctima fue identificada como Tomy Adolfo Dávila García, de 17 años. Vivía en el Sector 21. Sus parientes contaron que la última vez que lo vieron fue al salir de casa, cuando se dirigía a una reunión, de la cual no dio detalles. Dávila trabajaba como ayudante de piloto de bus urbano.
Saña
Los parientes desconocen si los fallecidos tenían amistad e ignoran también los motivos de su muerte. Los cadáveres estaban desmembrados, a una distancia de cinco metros entre sí y estaban parcialmente enterrados.
El hallazgo ocurrió en un área colindante a Ciudad Real, cerca de la línea férrea, conocida como Sector 21.
Danilo Yancos, portavoz de los Bomberos Municipales, mencionó que se requirió de una brigada especial para recuperar los cuerpos. El Ministerio Público comenzó su peritaje en el lugar. Parientes de los jóvenes condenaron la forma en que les privaron la vida.