Las investigaciones señalan que Ardila también habría transportado más de 30 armas de fuego de corto y largo alcance desde Medellín (noroeste) hasta el municipio de Girón, en el departamento de Santander (noreste) para “liberar por la fuerza” de la cárcel de Palo Gordo a miembros de esa banda.
El patrullero también es investigado por vender al Clan Úsuga información confidencial sobre la ubicación de altos oficiales de la Policía, de fiscales e investigadores que hacen parte de la Operación Agamenón, iniciada hace más de un año con el objetivo de acabar con esa organización criminal.
El procesado no aceptó los cargos que le imputó la Fiscalía por los delitos de concierto para delinquir agravado, cohecho propio y revelación de secretos.
El Clan Úsuga, que surgió tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en 2006, está presente en 22 de los 32 departamentos del país, según la Defensoría del Pueblo.