El encuentro entre el jefe de la Iglesia Católica y el influyente líder musulmán es considerado histórico y cierra diez años de tensiones entre la Santa Sede y la Universidad de Al Azhar, la institución más importante del islam suní.
Con este abrazo, el Papa quiso abrir de nuevo el diálogo después de la ruptura en el 2006 después de las polémicas declaraciones del papa Benedicto XVI en Ratisbona (Alemania) en las que relacionó la violencia con el islam.
Benedicto XVI había pedido más protección a los cristianos en Egipto después de que un atentado en una iglesia copta en Alejandría dejara 21 personas muertas.
Desde entonces, los ataques islámicos contra cristianos en la región han aumentado, pero el Vaticano y Al Azhar desde entonces han retomado los lazos. Una delegación vaticana visitó El Cairo en febrero.
El imán de entonces de Al Azhar fue una de las autoridades religiosas musulmanas más críticas con las palabras del papa alemán, que consideraron un insulto y una distorsión del islam.
“Fue un encuentro cordial, que duró 30 minutos” , explicó el Vaticano en un comunicado oficial que precisa que en él se abordaron temas como “el compromiso de las dos grandes religiones por la paz en el mundo, el rechazo a la violencia y del terrorismo” .