El abogado señaló que por el precio justo Guzmán estaría dispuesto a darles algunos detalles para que hicieran un mejor proyecto. “Para hacerlo algo mejor… hasta el señor Guzmán podría aportar más información”, dijo.
El capo dio los derechos para contar la historia de su vida a la actriz Kate del Castillo y Granados dijo que ella también podría negociar con las cadenas.
Netflix y Univisión anunciaron el 17 de mayo que coproducirán la serie el Chapo, que está previsto que salga al aire en el 2017.
Un vocero del canal Fusion, de Univisión, dijo que la compañía no tenía comentarios, mientras que Netflix no había respondió de inmediato a una petición para conocer su posición.
El capo dio los derechos para contar la historia de su vida a la actriz Kate del Castillo y Granados dijo que ella también podría negociar con las cadenas.
“Si ellos lo sacan, inmediatamente van a ser demandados”, dijo Granados.
“Ellos necesitan un permiso obligatorio por parte del señor Guzmán, porque él no ha muerto… entonces no es del dominio público”, añadió.
El anuncio de la serie utilizó sólo el apodo de el Chapo y las cadenas refirieron que está basada en la vida del capo.
Granados acudió el miércoles a las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para presentar una queja contra el gobierno mexicano, bajo el argumento de que interfiere en la defensa de Guzmán al negarle copias del fallo de la cancillería mexicana con el que se concedió su extradición a Estados Unidos.
Refirió que para promover un juicio de amparo contra la extradición, los abogados necesitan una copia del documento, pero aseguró que las autoridades le dijeron que le enviaron el documento directamente a Guzmán en la prisión donde se encuentra, donde sus defensores tiene acceso limitado.
Granados consideró que el Gobierno ha utilizado una táctica dilatoria para afectar a la defensa.
A principios del mes, Guzmán fue transferido repentinamente de la prisión de máxima seguridad del Altiplano, al oeste de la Ciudad de México, a otro penal federal en las inmediaciones de Ciudad Juárez, en la frontera con Texas.
El Gobierno dijo que fue un traslado mientras se hacían obras para reforzar la seguridad del Altiplano, de donde el Chapo ya se había fugado en el 2015 a través de un túnel que llegó hasta su celda y al que fue regresado tras su recaptura en enero.
Granados, quien se ha reunido con el capo en la nueva prisión, dijo que su cliente habría preferido permanecer en el Altiplano.
El abogado dijo que Guzmán le dijo que en el penal de Juárez lo tienen en un área alejada de otros reos. “Me dijo que está segregado, aislado”, comentó.
“Me había dicho que estaba muy sucia la celda”, dijo. “El señor está un poco decaído, está un poco triste, pero tranquilo. Él sabe que podemos hacer algo para que no se vaya”, añadió, en referencia al proceso de extradición.
Mientras otro de los defensores ha sugerido que el capo quiere negociar con autoridades de Estados Unidos para aceptar la extradición, Granados aseguró que no hay nada de eso en este momento.
“Él primero necesita estar ahí en Estados Unidos” para tratar de negociar algo, comentó el defensor.
“La persona que le tocaría realizar la negociación allá es el abogado americano”, agregó, pero se negó a identificarlo.
Guzmán enfrenta acusaciones de siete fiscalías federales en Estados Unidos, incluidas las de Chicago, Nueva York, Miami y San Diego.
El juicio de amparo contra la extradición podría retrasar por meses el envío de el Chapo a Estados Unidos.