“Nunca dejes de creer”. En cada asiento se leía ese lema con motivo de la final de la Liga de Campeones. Es la frase de la temporada en el conjunto rojiblanco, desde los octavos de final de la Liga de Campeones contra el PSV Eindhoven, superados en la tanda de penaltis, al decimosexto lanzamiento de Juanfran Torres.
Esta es la tercera de la historia del Atlético en la Copa de Europa, después de las derrotas de Bruselas en 1974 contra el Bayern y de Lisboa en 2014 con el Real Madrid.
Desde entonces han sido cuatro palabras recurrentes, en cada declaración, en cada campaña en las redes sociales, hasta la final del sábado en Milán, la tercera de la historia del Atlético en la Copa de Europa, después de las derrotas de Bruselas en 1974 ante el Bayern y de Lisboa en 2014 con el Real Madrid.
Sobre las 19.45 (11:45 de Guatemala) el autobús del equipo arribó a su hotel de cinco estrellas, un edificio de cinco alturas, desde primera hora de la tarde con varios miembros de seguridad del hotel atentos a todo en las proximidades de la recepción y después con presencia policial de los Carabinieri según se acercaba su llegada al alojamiento.
Escoltado por la Policía, con mucha expectación entre los medios de comunicación, en torno a la veintena, y con el apoyo incansable de sus aficionados, más de un centenar. Había seguidores desde varios lugares del mundo, la mayoría los más madrugadores en su viaje desde Madrid a la final de la Champions, pero también de Hong Kong o curiosos de la propia ciudad de Milán.
Diego Simeone
Cuando aparecieron desataron la euforia y los cánticos de los hinchas. Uno a uno bajaron del vehículo, el autobús que utiliza siempre el Atlético y desplazado ahora hasta Milán, y tomaron camino de la recepción. El primero el entrenador argentino Diego Simeone; después, uno a uno, los demás, aclamados todos por los aficionados, con el encuentro del próximo sábado en el horizonte.
Dos días le quedan para jugar el partido de sus vidas, como expresan una y otra vez desde el vestuario, para el que el técnico argentino Diego Simeone dispone de toda su plantilla. Ya recuperado Jesús Gámez de una sobrecarga -se entrenó con el grupo esta mañana en el Calderón-, todos los jugadores están listos para el duelo.
El técnico ha desplazado a sus 22 futbolistas del primer equipo hasta Milán, además del portero Bernabé, guardameta del filial y habitual en cada entrenamiento de esta temporada del Atlético.
Mañana, viernes, en el estadio de San Siro, el Atlético ultimará su puesta a punto para ese duelo, en una sesión abierta en su totalidad. Será su décimo entrenamiento en las dos últimas semanas, divididos en dos bloques -el pasado domingo hubo jornada de descanso-, para llegar en la mejor forma a la final, bajo un lema insistente este curso, también hoy en camino de Milán: “Nunca dejes de creer” .