En San Marcos, Poptún, Petén, trabajan con 12 familias, y ya hay seis que están interesadas en unirse al proyecto que enseña cómo sembrar en espacios reducidos.
Elienai Pacheco, encargado de la comunidad, explicó que han implementado cultivos como plátano, yuca, banano y camote. “Establecemos viveros comunitarios donde hay cultivos de alto valor comercial, como cacao y cardamomo”, expuso.
Al llegar a la comunidad, lo que encontraron los impulsores del proyecto fue siembras de maíz y frijol, que requieren de grandes espacios de tierra, y lo que ahora pretenden es disminuir el uso del suelo para que eviten acercarse a la zona de adyacencia.
Teresa Alonso es madre de siete hijos. Se integró al proyecto para buscar una alternativa que mejore la alimentación de sus pequeños. Espera que mientras su esposo trabaja cosechas grandes, ella pueda cuidar el huerto.
El mismo caso es el de María Ramos, que tiene una hija, y pretende comenzar el vivero en un espacio junto a su casa. Nunca había hecho algo similar, pero cree que es una buena oportunidad.
Otra historia es la de Jairo Ramírez, quien en octubre verá los primeros frutos de lo que sembró en febrero, entre piña, café y aguacate.