Una primera requisa en Pavoncito, en el complejo carcelario de Fraijanes, no tuvo resultados positivos el pasado viernes por la noche, cuando se tomó por sorpresa a los privados de libertad, sin embargo el SP decidió volver a revisar el centro la noche del domingo.
En el área destinada a cultivo de maíz, fuera del área de cárceles, se localizó un agujero de aproximadamente un metro cavado en la tierra, atrás de los cultivos; allí se halló una bolsa de plástico y en su interior dos armas de fuego y municiones.
Se enfrentan a la policía
En el marco de una requisa que se efectuó en el sector 11 del Centro Preventivo para Varones de la zona 18, guardias del SP revelaron que desde hace unos dos años no se tiene control de los pandilleros del Barrio 18, recluidos en esa área.
El mejor ejemplo de la caótica situación es que desde hace ocho meses no se hace conteo de reos.
Uno de los guardias, quien no quiso identificarse, comentó que el desorden comenzó con la gestión en la Dirección del SP de Édgar Camargo, quien les otorgó privilegios a los presos. A la entrada del sector 11 se había instalado una esclusa de seguridad, la cual fue retirada por orden de Camargo.
Los guardias también revelaron que los pandilleros tienen tal libertad en el penal que abrieron un boquete en la parte de atrás del mencionado sector, el cual da a un espacio que está separado por otra pared del resto, y allí se mantienen.
En el sector 11, hasta ayer, había 451 mareros, y el área tiene capacidad para 80 reclusos.