El diario New York Times había sacado a Lipsyte del departamento de reportajes para viajar a Miami Beach y cubrir la pelea por el campeonato del peso completo entre Sonny Liston y el joven Cassius Clay, quien después se cambiaría el nombre a Ali. El fotógrafo apenas tenía una idea de quién era Clay, y conocía incluso menos sobre los cantantes melenudos que aparecieron de la nada durante su visita.
“Yo no era una chica adolescente”, recordó Lipsyte. “No tenía idea de quién eran los Beatles, ni lo que llegarían a ser”.
Unos cuantos días antes, el grupo británico había aparecido en el popular programa de televisión de Ed Sullivan. Ahora subían las escaleras del gimnasio donde se entrenaba Clay, y Lipsyte estaba presente en contra de su voluntad.
“Eran unos muchachos melenudos, y todos vestían chalecos blancos”, relató Lipsyte. “Estaban gritando y maldiciendo porque les habían dicho que Clay no había llegado, y querían irse. Pero estos tipos de seguridad los empujaron por las escaleras”.
De repente, Lipsyte estaba en un camerino con los Beatles, que no estaban nada contentos. Antes habían ido al entrenamiento de Liston, pero el púgil les echó una mirada y se negó a posar para fotos.
Lipsyte se presentó y les pidió un pronóstico para la pelea. Todos esperaron unos 10 o 15 minutos para que llegara Clay, y los Beatles no dejaron de quejarse.
“Pero de repente, la puerta se abrió y ahí estaba él. Era el espécimen más precioso que jamás haya visto. Parecía que brillaba, y se estaba riendo, y dijo, 'Vamos, Beatles, vamos a ganar dinero'''.
Y claro que ganaron dinero. En fotos ahora icónicas, Clay aparece noqueando a los Beatles como dominós, y parado con los músicos tirados en la lona.
Parecía como si lo hubiesen tenido todo planificado, recordó Lipsyte.
“Hubo muchas risas, y después se fueron en su limusina”, señaló. “Entonces Cassius empezó a entrenar frente a gente que pagó 50 centavos para entrar”.
Después del entrenamiento, Clay se fue al camerino para un masaje, y Lipsyte lo acompañó. Clay lo reconoció por haber estado en el camerino durante el encuentro, y le hizo una pregunta.
“¿Quiénes eran esos mariquitas?”, preguntó.
Clay, por supuesto, venció a Liston y después se convertiría en el gran Muhammad Ali. Lipsyte se convirtió en columnista del Times y lo cubrió durante años.
¿Y qué pasó con los Beatles? A ellos también les fue bastante bien.