Los Warriors ganaron con autoridad y una exhibición de baloncesto de equipo, pero los actuales campeones de liga consideran que el partido importante será el tercero, en el que esperan ver a los verdaderos Cavaliers motivados por estar en el ambiente de su campo.
Además, los propios Warriors son conscientes de lo que significa estar abajo en una eliminatoria después que ellos dieron la vuelta a un 1-3 con el que estuvieron en las finales de la Conferencia Oeste frente a los Thunder de Oklahoma City.
Ahora, la historia es diferente, las probabilidades están en contra de Cleveland en esta final de la NBA, pero los Warriors dicen que no pueden caer en el error de pensar que la serie ya terminó.
“Esa es una gran analogía, una que hemos usado antes”, recordó ayer el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, previo al tercer partido. “No importa cuál sea el marcador, si ganas por 25 o pierdes por 25, cuenta por un partido en la serie”.
Ese es uno de los elementos psicológicos más importantes que Kerr ha trabajado con los jugadores de los Warriors al decirles que lo único que importa al final de cada partido es el triunfo.
“Nos dieron dos palizas en Oklahoma City, estábamos abajo 1-3, y pudimos remontar. Ahora jugamos contra un gran equipo. Llegamos a su casa, y pueden darle vuelta a la serie con sólo un partido”.
Esa seriedad, respeto al rival y mentalización competitiva es lo que Kerr no desea que los jugadores de los Warriors pierdan de cara al tercer partido.
Stephen Curry
Uno de los que están plenamente identificados con lo que asegura Kerr es el base estrella Stephen Curry, que nada más concluir el segundo partido ya dijo que todavía no habían ganado nada y eso lo volvió a mantener en Cleveland.
“Sabemos que ellos van a hacer algunos ajustes”, valoró Curry. “Son conscientes que necesitan la victoria, pero eso es algo que a nosotros no nos debe preocupar si mantenemos la misma mentalidad competitiva que tuvimos en nuestro campo, ahora más por lo que está en juego”.
Curry admitió que si son capaces de volver a repetir la victoria la historia sería muy diferente a la que llegan con el 2-0, porque el equipo habrá demostrado continuidad en su juego de equipo, algo que también defendió al concluir el primer partido.
“Si somos capaces de colocarnos arriba por 3-0, estaremos en una gran posición. Tenemos la oportunidad enfrente de nosotros y lo que debemos hacer es aprovecharla”, subrayó Curry.
Aunque los Cavaliers llegan al tercer partido con todas las dudas y la posibilidad de no tener al ala-pívot titular Kevin Love, afectado por los protocolos de una conmoción cerebral que sufrió en el segundo, son conscientes de que en su campo las cosas le han ido mucho mejor durante los playoffs al no haber perdido todavía ningún encuentro de los siete disputados y con margen de 20,9 puntos.
Sin embargo, está claro que los equipos de la Conferencia Este contra los que se han enfrentado no tienen ni la mitad del potencial de los Warriors, los actuales campeones de liga, que durante la temporada regular fueron los mejores, al conseguir una nueva marca en la historia de la NBA con 73 triunfos.
LeBron James
“Es un partido de vida o muerte para nosotros”, admitió la estrella de los Cavaliers, LeBron James. “No podemos darnos el lujo de estar abajo 3-0 ante cualquier equipo, especialmente contra un equipo que tuvo marca de 73-9 en la temporada regular y que juega como ellos juegan”.
Cuando los Warriors estuvieron al borde de la eliminación ante el Thunder, las estadísticas dictaban que tenían un 3,9 por ciento de probabilidad de ganar la serie.
Apenas nueve de los 232 equipos anteriores que estuvieron abajo 3-1 en una serie lograron remontarla, y fueron los cuartos que lo lograron en unas finales de conferencia.
“No estamos tan mal como ellos. 1-3 es peor que 0-2”, comentó el entrenador de los Cavaliers, el interino y novato Tyronn Lue. “Ellos remontaron partido a partido, lo mismo que nosotros tenemos que hacer”.