El informe “Oportunidades de una Centroamérica urbana”, presentado ayer en Antigua Guatemala, señala que los niveles de urbanización en Centroamérica varían en cada país.
Por ejemplo, con el 75% de habitantes urbanos, Costa Rica es el país con la mayor proporción de población de este tipo en la región.
Le siguen Panamá, El Salvador y Nicaragua, con niveles intermedios en torno al 60%.
Mientras que en último lugar están Guatemala y Honduras, con tasas de crecimiento urbano de 3.4% y 3.2%, respectivamente.
Según el estudio, muchas áreas urbanas se extienden más allá de los límites municipales.
María comentó que en la región fueron identificadas 167 aglomeraciones urbanas con una población mayor de 15 mil personas.
Como resultado de esta aglomeración, dijo, muchas de las ciudades capitales y secundarias han superado sus límites municipales, y de las 167 aglomeraciones de la región, 72 abarcan tres o más municipios.
Un ejemplo en Guatemala, apuntó el analista, es el distrito metropolitano, que abarca municipios cercanos a la capital.
En opinión del experto del BM, las ciudades pueden ser motores de desarrollo económico y social, porque se pueden aprovechar los beneficios asociados a la aglomeración geográfica de personas y actividades económicas que se dan en las urbes.
La gran ventaja es que las empresas tienen, en un mismo lugar, provisión de servicios, de intercambio de ideas y la posibilidad de compartir un mismo mercado laboral con niveles de capacidad técnica más altos, afirmó María.
Sin embargo, estas aglomeraciones de personas pueden traer incremento del tránsito vehicular, contaminación ambiental, aumento del crimen y la violencia.
Según el experto, los seis países de la región tienen retos comunes para lograr el desarrollo económico.
Subrayó que falta de competitividad, oportunidades, inclusión social y alta vulnerabilidad a desastres naturales son denominadores comunes.
El estudio confirmó que la urbanización, como sucede en otra regiones del mundo, ha estado acompañado de una reducción de la tasa de pobreza, pues facilita el crecimiento de las economías locales.
Según el analista, para potenciar el crecimiento de las ciudades se deben fortalecer los gobiernos locales, mejorar la planificación de riesgos, desarrollar políticas y acciones para mejorar la competitividad, que a su vez impulsará la creación de empleo y el crecimiento económico.