Impresionado
Las fuerzas leales al GNA entraron el miércoles en Sirte y progresan desde entonces hacia el interior de la ciudad, con el apoyo de bombardeos aéreos y disparos de artillería pesada.
El emisario de la ONU para Libia, Martin Kobler, se declaró este sábado “impresionado por los rápidos progresos de las fuerzas leales al GNA” en Sirte, en un mensaje difundido en su cuenta de Twitter.
El viernes, Brett McGurk, un consejero del presidente Barack Obama, señaló que Estados Unidos consideraba alentadores los avances efectuados por las fuerzas del GNA a pesar de que “la situación sigue siendo fluctuante” en Sirte.
Según un corresponsal de la AFP, las tropas del GNA atacaban con tanques, lanzacohetes y artillería pesada, al tiempo que luchaban en el centro de la ciudad.
Los enfrentamientos eran encarnizados en torno al centro de conferencias Uagadugú, donde los yihadistas instalaron su comandancia. Un corresponsal de la AFP vio decenas de vehículos todoterreno a lo largo de la ruta que une el oeste de la ciudad con ese complejo.
Se desconoce el número exacto de combatientes del EI en Sirte así como el número de civiles que siguen viviendo en la ciudad.
La pérdida de Sirte, ciudad natal de Muamar Gadafi, representaría un gran revés para el EI que también pierde terreno en Irak y Siria.
A 150 kilómetros al oeste de Sirte, se encuentra la gran ciudad de Misrata, de donde despegan la mayoría de aviones y helicópteros utilizados en la ofensiva. Y gran parte de las milicias que componen las fuerzas leales al gobierno de unidad también proceden de Misrata.
“Las fuerzas que atacan al EI en el oeste y el sur son principalmente milicias de la ciudad de Misrata y se cree que son 2.000 combatientes” , según Emily Estelle, especialista de Oriente Medio y el norte de frica en el American Enterprise Institute, con sede en Washington.
Los guardias de las instalaciones petroleras también participan en la ofensiva en Sirte.
Otras unidades del ejército mantienen su lealtad al gobierno paralelo instalado en el este del país, que no reconoce la legitimidad del ejecutivo de unidad nacional, dirigido por Fayez al Sarraj e instalado en Trípoli desde finales de marzo.