Con el fin de maximizar el debate, se realizaron grupos de discusión en los que los asistentes intercambiaron ideas con las autoridades de la OMC. Las opiniones de los consumidores y los trabajadores fueron canalizadas por medio de los representantes de Consumers International y la Confederación Sindical Internacional.
Los participantes resaltaron la importancia para el sector privado de las negociaciones comerciales multilaterales e instaron a redoblar esfuerzos en las negociaciones que promuevan una mayor transparencia y la ausencia de discriminación, el comercio electrónico, así como la mayor inclusión de las MIPYME y la protección al consumidor.
Estos son temas que han cobrado mayor relevancia en los últimos meses en la OMC y es de esperar que la solicitud planteada, contribuya a empujar dicho proceso. Otros temas en los que la comunidad empresarial pidió apoyo a la OMC, fue la identificación de vías para mejorar el financiamiento a las actividades comerciales, así como la evaluación del impacto y armonización de los acuerdos regionales y bilaterales en el sistema multilateral del comercio.
La realización de esta reunión es de suma importancia en el contexto actual, en el que se busca reactivar las negociaciones comerciales en la OMC. Tradicionalmente, los intereses de la comunidad empresarial han sido considerados de manera desigual en los diferentes países.
En general, los países desarrollados cuentan con mecanismos formales y amplios de consulta con los representantes de sus sectores privados. En el caso de los países en desarrollo, si bien se observan aún enfoques de consulta heterogéneos, la experiencia adquirida en las últimas décadas en la negociación de acuerdos comerciales bilaterales y regionales, ha permitido la adopción de sistemas de consultas más participativos e inclusivos.
Un fortalecimiento del canal de comunicación con la comunidad empresarial en las negociaciones comerciales a escala regional y multilateral, contribuirá al desarrollo de nuevas reglas que respondan a las necesidades actuales, a generar mayor certeza y facilitar el comercio en última instancia.
Por medio de esta sinergia, el sector privado podrá brindar apoyo en la orientación y puesta en práctica de las diferentes reglas acordadas. Esta cuestión se puede observar claramente en la implementación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, en la que desde ya, el sector privado ha creado una Alianza Global para la Facilitación del Comercio (GATF, por sus siglas en inglés) y para ello ha unido esfuerzos con Centros de Análisis y agencias de cooperación de diferentes países.
Como conclusión, se puede mencionar que la eficiencia requerida en las negociaciones comerciales para generar reglas claras y válidas a largo plazo, exige que los negociadores comerciales de los gobiernos escuchen al sector empresarial.
En ausencia de esta retroalimentación, no resulta factible llevar a cabo una negociación balanceada. Sin los aportes de las empresas, los gobiernos no pueden estar en posición de plantear solicitudes, ni responder con fundamento a las solicitudes presentadas por otros gobiernos. Si los exportadores y los productores no pueden comunicar a sus autoridades las barreras no arancelarias que sufren frecuentemente en sus actividades habituales en el acceso a los mercados importantes, ¿cómo podrán resolverse estas cuestiones en el contexto de cualquier negociación?
