Lo único claro es que un ciudadano estadounidense que había pasado prácticamente desapercibido hasta ahora se convirtió en un asesino de masas.
¿Quién era este hombre?
Omar Mateen nació en 1986 en el estado de Nueva York. Sus padres son oriundos de Afganistán. Cuando Mateen aún era niño, la familia se mudó a Florida.
En el 2006, terminó sus estudios secundarios (“college”) en tecnología criminalística.
Un año más tarde comenzó a trabajar en G4S, una de las mayores empresas de seguridad. G4S afirma que habían evaluado e investigado a Mateen en profundidad y que no descubrió nada que llamara la atención.
Las fotos en Myspace muestran a Mateen con una camiseta del NYPD (New York Police Department), el departamento de Policía de Nueva York, que se puede comprar en Manhattan en cualquier esquina.
En el 2009, Mateen se casó y compró una vivienda. Hasta ese momento todo parecía muy estable en su vida, aunque no lo era.
Psicológicamente volátil
Apenas dos años después, Mateen se separó de su esposa, Sitora Yusufiy. En declaraciones a la televisión, ésta describió a su ex esposo como psicológicamente volátil, enfermo y muy violento.
Al parecer, la golpeaba a menudo si ella no tendía la ropa o por lo que fuera, y la tenía como si fuera su rehén. Aseguró que, desde su separación, no tenía contacto con él.
En el 2013, Mateen comienza a llamar la atención del FBI. Algunos de sus compañeros de trabajo contaron a los investigadores, de acuerdo con el “The New York Times”, que se jactaba de tener conexiones terroristas. Mateen comenzó a ser vigilado, fue interrogado dos veces e investigado, pero sin resultados. Las investigaciones fueron suspendidas.
En el 2014, el FBI descubre una débil conexión entre Mateen y Moner Mohammad Abusalha, el primer atacante suicida estadounidense en Siria, combatiente del Frente Al Nusra. Las investigaciones se retoman pero tampoco arrojan resultados.
¿Era esto evidencia suficiente de conexiones con el terrorismo y el islamismo? Su padre, Siddique Mir Mateen, describió a su hijo como no muy religioso y no se imagina que su ataque haya estado motivado por motivos religiosos. De todas formas, los investigadores afirman que los miembros de la familia no suelen ser buenos testigos de la posible radicalización de uno de sus miembros.
Por algunos videos de Facebook se puede inferir que Mateen padre es una figura bastante ilustre que parece querer ordenar el arresto de políticos afganos y simpatizar con los talibanes radical islámicos.
Problemas extremos con homosexuales
El padre dice que su hijo tenía problemas extremos con los homosexuales. Una vez ya se había violentado cuando vio a dos hombres en Miami besarse y acariciarse públicamente. “Mira eso. Ellos hacen eso y mi hijo lo ve”, dijo Omar.
Ese hijo del que hablaba habría sido fruto de una relación con otra mujer, indicó “The Washington Post”. Ésta mujer también lo dejó, pero no quiso hacer declaraciones a los medios.
Un ex compañero de trabajo de Mateen dijo al “The New York Times” que éste hablaba todo el tiempo de matar. Sin embargo, es el único que afirma esto. No hay otros testigos que hayan declarado lo mismo.
El imán de Mateen, Syed Shafeeq Rahman, contó al “New York Times” que éste iba tres a cuatro veces a la semana a la mezquita. Lo describe como extremadamente tímido. Al parecer llegaba a la oración siempre a último momento y desaparecía luego rápidamente.
Al momento de convertirse en un terrorista, Omar Mateen vivía en Port St. Lucie, 170 kilómetros al sureste de Orlando. Iba armado, entre otras cosas, con un fusil de asalto del tipo AR 15 y una pistola semiautomática. La policía afirma que estaba bien preparado.
Tras las investigaciones del FBI, Mateen conservó su licencia de seguridad y su trabajo. También su permiso de Florida para portar armas. Con éste pudo comprar sin problemas poco antes del ataque un fusil y una pistola. Es probable, aunque aún no está del todo claro, que éstas hayan sido las armas con las que mató en la madrugada del domingo 12 de junio a 49 personas en “Pulse”.