La joven se había casado hacía tres años con un hombre de su elección, con quien tenía una hija de 10 meses, y desde entonces había roto los lazos con su familia, que no aceptaron el matrimonio.
Pero la madre y un hermano la vieron en una clínica donde había acudido por su embarazo y le aseguraron que le habían perdonado, por lo que podía volver a reunirse con su familia.
De acuerdo con Raza, un hombre ha sido detenido por el asesinato, pero la familia se ha dado a la fuga y se encuentra en busca y captura.
Los llamados “crímenes de honor” son muy habituales en el sur de Asia y suelen implicar a familiares que vengan lo que consideran una afrenta que contraviene la conservadora moral tradicionalista.
La lista de este tipo de crímenes ha ido creciendo en los últimos días después de que una madre quemara viva a su hija por casarse por su cuenta, un hermano asesinara a su hermana por el mismo motivo y una joven fuera torturada y quemada por rechazar un matrimonio.
Ante el aumento de los casos el Consejo de Ideología Islámica de Pakistán (CII) , organismo gubernamental que asesora al Gobierno en materia de religión, declaró el martes antiislámicos los “crímenes de honor” .
Un día antes el influyente Consejo Sunni Ittehad, emitió una fatua que calificó de “antislámicos” y un “pecado imperdonable” estos delitos.
La ONG Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP) considera que en lo que va de año 229 mujeres han fallecido víctimas de crímenes de honor, 71 de ellas por elegir marido sin el permiso de la familia y 129 por mantener “relaciones ilícitas” .
En 2015 se dieron casi mil casos, según la HRCP , que alerta de que esas cifras esconden una realidad aún mayor que queda fuera de los registros por la falta de denuncias.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, prometió medidas legislativas contra los “crímenes de honor” tras ver el documental de esta temática con el que la cineasta Sharmeen Obaid Chinoy ganó este año su segundo óscar, “A Girl in the River: The Price of Forgiveness” .