La “Roja” aseguró su clasificación a la segunda ronda derrotando sin atenuantes a Panamá, deslumbró con una goleada histórica 7-0 ante México en los cuartos de final y liquidó con solvencia 2-0 a Colombia en las semifinales, en un partido traicionero, ante un rival que no se entregó y luego de sobreponerse a una interrupción de dos horas y media por una tormenta eléctrica.
Esta selección que el año pasado le regaló a Chile su primera Copa América comenzó a gestarse con Marcelo Bielsa, que impuso su estilo, y voló más alto que nunca con Jorge Sampaoli, el técnico con el que ganó la Copa América. Ahora Pizzi, otro técnico argentino, le impone poco a poco su sello, continuando la obra de sus predecesores y tratando de iniciar un recambio generacional.
La salida de Sampaoli tras el primer título importante de Chile amenazó con estropear los avances del fútbol chileno, y la contratación de Pizzi, que llegó procedente del Valencia español, empezó a ser cuestionada tras perder 2-1 en su debut ante Argentina por las eliminatorias para el Mundial de 2018.
Pero luego de unos tropiezos iniciales, Chile “recuperó la memoria y es hoy el mismo de la Copa América del año pasado”, declaró el técnico de Colombia José Pékerman, quien opinó que su equipo mereció mejor suerte y fue perjudicado por el árbitro, que no cobró un supuesto penal y se mostró demasiado rígido al expulsar a Carlos Sánchez por doble amonestación. Pékerman, no obstante, jamás discutió los méritos de Chile.
“Fueron contundentes. Aprovecharon las situaciones que crearon temprano con jugadores de gran calidad individual”, manifestó. “Es un equipo con dos mundiales, una base de muchos jugadores que siguen vigentes. Cambia de jugadores, cambia de técnico y no se resiente porque tiene un mecanismo aceitado”.
Sorprendió la forma en que Chile se sobrepuso a la ausencia de su jugador más emblemático, Arturo Vidal, ausente por doble amonestación, y de Marcelo Díaz, lesionado. También se quedó sin Pedro Hernández, el reemplazante de Vidal, que tuvo que abandonar el terreno promediando el primer tiempo a raíz de un golpe en una rodilla.
Cerca de otra goleada
El equipo, no obstante, mantuvo su rendimiento. Charles Aránguiz tomó el bastón de mando, anotando incluso el primer gol tras apenas seis minutos de juego, Francisco Silva aportó su experiencia y Erick Pulgar, quien entró por Hernández, pasó el examen. Pulgar casi marca el tercero en el complemento, cuando David Ospina desvió brillantemente por sobre el travesaño un cabezazo suyo.
“Trato de incorporar jugadores poco a poco. Y los jugadores nuevos tienen el respaldo de gente con experiencia”, dijo Pizzi, quien acertó con la incorporación de José Fuenzalinda, que confirmó su buen momento anotando uno de los goles ante Colombia y gestando el otro. Además de Fuenzalinda y Pulgar, Edson Puch también causó muy buena impresión en esta copa.
“Armamos un grupo bien compensado. La identidad del equipo está más clara y sabemos a qué jugamos”, señaló el técnico, quien consideró que lo más destacable del conjunto chileno es su espíritu de conjunto y la convicción con que juega.
“Este es un grupo ganador, no porque gane siempre, sino porque encara los partidos convencido de que va a ganar”.