Los datos provienen de los análisis de tendencias económicas mundiales que empujan esos cuatro aspectos y también impactan en Guatemala, explica el viceministro de Economía, Ezrra Israel Orozco, quien identifica algunas circunstancias que conducen a esa contracción.
La parte académica debe atender las necesidades para lograr la reconversión y nivelación de las personas, tanto para potenciales trabajadores como para quienes ya laboran pero que deben actualizarse ante las demandas de tecnología y nuevas prácticas, refiere Édgar Barrios, jefe de la División de Tecnología del Intecap.
Ese organismo, especializado en formación ocupacional, ofrece 73 carreras presenciales o a distancia, que incluyen nivel de técnicos, diversificado, como bachillerato, y constantes cursos cortos.
Barrios explica que se debe mantener un equilibrio entre lo que necesita la persona para el mundo del trabajo con lo que se ofrece de contenidos en los cursos y pensum, por lo que Intecap hace constantes actualizaciones.
Los cursos o carreras que más demanda tienen son los de tecnología de la información y comunicación (TIC), así como inglés, ya que ese idioma se ha vuelto un requisito para puestos de trabajo, para lo cual cuentan con sus centros de tecnología. Ese aumento en la demanda se empezó a ver hace unos cinco años, dice Barrios.
Explica, además, que en la actualización de contenidos trabajan en brindar clases de electrónica en la carrera de mecánica automotriz ya que muchos vehículos cuentan ahora con mecanismos modernos que necesitan mayor conocimiento del la nueva tecnología.
Ya se estableció un curso de inglés para atender la demanda de los centros de llamadas, para que en tres meses los estudiantes muestren un nivel técnico adecuado para ese tipo de trabajos.
El Intecap también decidió contraer el cupo para gastronomía, ya que el número de personas que cursan esa carrera aumentó y en el mercado laboral cayó el salario, porque la instalación de restaurantes de alto nivel no es tan alta.
Ahora, la edad promedio en que una persona sale del mercado laboral se ha reducido, porque las empresas buscan personal menor de 30 años, además de que los jóvenes necesitan llenar más requisitos académicos: ya no solo se les piden grados de diversificado, sino también licenciaturas, maestrías y conocimiento de tecnologías, además de hablar varios idiomas, comenta.
Otro requisito son los horarios de trabajo, que se han extendido y hay mucha exigencia en cuanto a los plazos de los contratos, añadió Orozco.
Según la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos (Enei) correspondiente al primer semestre del 2015 y divulgada este año, el porcentaje de personas ocupadas en el sector formal bajó de 2.10% a 1.97% respecto de la encuesta del segundo semestre del 2014.
Además, refiere que 4 millones 155 mil 686 personas trabajan en el sector informal, lo que significó un aumento de 3% al pasar de 4.04% a 4.16%.
“Las oportunidades laborales son cada vez menores, por eso es importante la alternativa que proponemos de la creación de empleo por medio de emprendimientos”, asegura el viceministro.
Con cada emprendimiento se pueden lograr desde tres hasta diez empleos, expone.
Por esa misma vía se enfoca el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap), refiere Édgar Barrios, jefe de la División de Tecnología.
Como el mercado laboral se ha contraído, comenta, el Intecap impulsa un programa para ayudar a la búsqueda de financiamiento, con diversas entidades, para proyectos emprendedores de quienes hayan estudiado en ese centro.
Con el primero que se ha logrado una alianza es Banrural, el cual otorga créditos a las personas para emprendimientos básicos, indica.
El Mineco lanzará en los próximos meses su programa Emprende GT, y además dispone para el 2016 y 2017 un presupuesto de Q10 millones para promoción comercial, lo que incluye ferias internacionales, apoyo al cual también pueden optar emprendedores para poder exportar, se explica.
Además, recientemente se lanzó la iniciativa del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) para emprendedores que buscan desarrollar proyectos de turismo en áreas protegidas.
La tasa de emprendedurismo en Guatemala es una de las más altas en Latinoamérica, asegura el viceministro, al referir que es una opción y una oportunidad ante la demanda de empleo. Sin embargo, una encuesta de la Universidad Francisco Marroquín respecto del tema, del 2014, revela que el 25.8% de la población adulta estaba interesada en impulsar un negocio, pero solo el 7.9% llega a concretarse y apenas el 2.2% llega a establecerlo.
Además, se indica que el 21% de negocios genera solo el empleo del emprendedor, 76% genera de uno a cinco empleos, y 3% de seis a 19.
En el futuro
Las mismas tendencias van fijando la línea hacia donde el país debía migrar en capacitación y carreras, y es una labor que en el sistema educativo o entes educativos en Guatemala se debe efectuar, refieren los entrevistados.
Rosemarie Espinoza, coordinadora de Talento Humano de la firma Ernst & Young, S. A., (EY), dice que la mayoría de carreras y pensum en Guatemala no se están adaptando a la realidad para ver hacia el futuro, principalmente en el tema de tecnología.
Ejemplifica que hay auditores que no logran manejar los programas Excel y Word en un nivel intermedio, problema que se repite en varias profesiones. La carencia toma fuerza cuando se trata de administrar programas informáticos para generar reportes y analizarlos.
“Nos cuesta muchísimo contratar a los auditores de sistemas, y muchas veces tienen que ser ingenieros en sistemas”, conocimientos que la mayoría de veces no llevan de la universidad, comenta.
De la misma forma, los médicos, con el avance de la robótica y la tecnología, deberán ser expertos en estas artes y saber interpretar diagnósticos computarizados, dice Braulio Salazar, socio de EY.
En el estudio “Brecha de talentos 2016”, efectuado por el Consejo Privado de Competitividad y la Fundación para el Desarrollo de Guatemala, que encuestaron a 160 empresas del país, se indica que las ingenierías y licenciaturas más necesarias son las de administración de empresas, mercadeo, finanzas e ingenierías industrial, química, en sistemas y mecánica.
Las más difíciles de encontrar, en su orden, son las ingenierías industrial, de sistemas, mecánica, química y civil. Añade que en universidades y escuelas técnicas se deben ofrecer más carreras en administración de sistemas informáticos.
Sin embargo, la demanda también depende del giro del negocio. Así, EY afirma que se necesita un mayor número de profesionales de auditoría, ingeniería comercial (o industrial), abogados y notarios y economistas, y recién en quinto lugar, administradores de empresas; pero 8 de cada 10 personas que aplican son administradores de empresas, observa la ejecutiva.