Durante el torneo, la prensa española había comentado ampliamente la buena actitud de Casillas, un mito para España y el jugador con más internacionalidades, animando a sus compañeros desde el banquillo.
Una imagen de cordialidad que se rompió con las palabras del seleccionador, poco después de anunciar su marcha tras la temprana eliminación de la Eurocopa en octavos de final y el sonado fracaso del Mundial de Brasil 2014.
“Me sabe mal que con el cuerpo técnico no haya estado bien, pero con el resto de jugadores ha estado perfecto. El enfado ha sido con nosotros, nada más”, añadió el entrenador, que el jueves confirmó que no continuará al frente de la selección española.
Como muestra de esta mala relación entre el técnico y el guardameta, Del Bosque envió un mensaje de despedida a todos los jugadores excepto a Casillas. “A él no se lo he mandado”, afirmó.
Estas declaraciones, procedentes de un entrenador prudente y poco amigo de las controversias, generaron mucho revuelo en España, todavía compungida por dos fracasos internacionales tras haber ganado dos Eurocopas y un Mundial.
“Meter en lenguas, en el día de su despedida, al hombre leyenda de este ciclo fantástico, es un estropicio descomunal” , critica el director del diario deportivo As, Alfredo Relaño.
“Una vez terminado todo, una vez anunciado que deja la Selección y el fútbol, (…) deja esta caca sobre la mesa. Un terrible contraste con todo lo que ha sido su actitud a lo largo de su carrera” , añade.
Casillas, de quien también se espera su adiós internacional, no respondió a estos ataques aunque el martes colgó un enigmático tuit con un fragmento de la película Rambo donde Sylvester Stallone dice: “No sé dónde, pero me voy” .