Decenas de banderas de la Unión Europea salpicaban la marcha, en la que había pancartas en las que podía leerse eslóganes como “breverse” (aludiendo a la permanencia), “El brexit es una estupidez” o “La campaña del 'leave' (marcharse) ha mentido”. “Te queremos, UE”, gritaban los manifestantes.
“Quiero que nos quedemos en la Unión Europea. Podemos hacer algo mientras el artículo 50 no sea activado”, declaró a la AFP uno de los presentes, David, refiriéndose al artículo del Tratado de Lisboa que permite iniciar el proceso de salida de la Unión.
“Hemos tomado la decisión equivocada por las mentiras de la campaña pro-brexit. Quiero que revisemos nuestra decisión”, explicaba Casey, de 37 años, que portaba una corona de flores amarillas y azules por los colores de la bandera de la UE.
“Todo el mundo sabe que, en caso de haber un nuevo referéndum, votaríamos por la permanencia”, consideraba por su parte Nicholas Light, de 82 años, según el cual “decenas de miles de personas no votaron por salir o quedarse en la UE, sino contra el goberno”.
Según un sondeo de Ipsos Mori para la BBC, el 16% de los británicos que votó en la consulta cree que Gran Bretaña se quedará en la UE y el 22% no sabe si el país finalmente saldrá. Asimismo, el 48% de los votantes cree que debe haber elecciones legislativas antes de que comiencen las negociaciones de salida con la Unión Europea.
Los ministros Theresa May (Interior) y Michael Gove (Justicia), ambos rivales en la carrera por la sucesión del primer ministro David Cameron, anunciaron que no iniciarían el proceso de brexit antes de finales de 2016 o incluso en 2017, provocando reacciones de indignación como la del presidente francés, François Hollande.
La decisión del Brexit “ha sido tomada” y “no puede ser aplazada o anulada”, declaró Hollande, en línea con otros dirigentes europeos que piden la activación lo antes posible del artículo 50 para terminar con la incertidumbre sobre la actual situación.
Para el jefe de la diplomacia vaticana, monseñor Paul Richard Gallagher, interrogado el sábado por la AFP, el shock del brexit debe conducir a una “refundación” de Europa y a “reforzar” sus objetivos.
Doble traición
Entre los conservadores, la ministra de Interior Theresa May, de 59 años, se sitúa como favorita a la sucesión de David Cameron: cerca de un centenar de diputados le han dado su apoyo, contra la veintena que respalda a Michael Gove, según los medios británicos.
El ministro de Justicia Michael Gove podría verse perjudicado por la doble traición cometida – primero a su amigo David Cameron y después a Boris Johnson-, lo que le ha valido numerosas enemistades en el partido, del que un 60% votó por la permanencia en la UE.
“Tras el enorme shock del voto pro-brexit, el país necesita a alguien con capacidad de (dar) estabilidad, competente y hábil en las negociaciones. Puede que (May) sea aburrida, pero quizá es eso lo que el momento requiere”, escribía John Rentoul en el diario en línea The Independent.
Aunque el sucesor de Cameron debe ser nombrado el 9 de septiembre, hay quienes, desde el partido conservador, piden que se instale a Theresa May al frente de la formación, sin esperar al voto de los 150.000 militantes.
Por su parte, la reina Isabel II abrió el sábado por la mañana la quinta sesión del parlamento escocés sin hacer la mínima alusión al brexit durante su discurso.
La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, se contentó con cerrar su intervención lanzado el mensaje de que Escocia seguirá “jugando su rol en una Europa más fuerte”.
El 62% de los escoceses votaron a favor de quedarse en la UE el pasado 23 de junio y Sturgeon ha puesto sobre la mesa la posibilidad de una nueva consulta sobre la independencia de la nación.