La estadounidense empezó un poco lenta, pero pronto encontró las sensaciones para desplegar sus demoledores derechazos, con los que rápidamante rompió el servicio de la checa. Su aplastante saque y una defensa de hierro hicieron lo demás.
Strycova intentó agotarla haciéndola correr, pero a menudo se puso ella misma en dificultades y cometió errores que contribuyeron a sentenciar un partido donde Williams, quien toda esta temporada se ha visto perturbada por dolores de rodilla, tuvo un control total.
“Me siento mejor que al principio del torneo” y “voy mejorando partido tras partido”, afirmó la estadounidense de 37 años. “Me gusta lo que hago y todas la mañanas me levanto para sentirme en forma”.
“Hoy estuve tranquila. Conmigo las cosas van día a día, ya lo saben. Estoy lejos de ser perfecta”, afirmó en referencia a sus estallidos de genio.
Un año difícil para Serena
La menor de las Williams está a una victoria de igualar el récord de la australiana Margaret Court con 24 trofeos de Grand Slam.
Es la guinda a una leyenda que Serena viene buscando desde que en 2017 ganó el Abierto de Australia. Pero después hizo una pausa para tener a su hija, Alexis Olympia, y no volvió a la competición hasta hace poco más de un año.
En la pasada edición de Wimbledon, llegó hasta la final pero chocó contra la alemana Angelique Kerber. Después fue la japonesa Naomi Osaka quien la derrotó en la final del US Open, provocando una escena de ira de la estadounidense.
Desde entonces todo parecía ir mal, especialmente debido a las molestias en la rodilla derecha que le impidieron jugar buena parte de esta temporada, en que fue eliminada en tercera ronda de Roland Garros.
Pero desde que llegó a la hierba londinense afirma poder por fin concentrarse y sentir mejores sensaciones, aunque el martes tuviese que sacar fuerzas de flaqueza para imponerse en cuartos a su compatriota Alison Riske, que la puso en serias dificultades.
También Halep intentará hacer flaquear a esta gran luchadora.
“He jugado muchos partidos contra ella”, dijo la rumana, que solo ganó uno de sus diez enfrentamientos, en 2014. Pero “muchos de ellos fueron ajustados”, subraya.
Simona: “tengo la posibilidad”
“Ahora creeré que tengo la posibilidad de ganar contra ella”, dice Halep.
“Por supuesto, respeto mucho lo que ha hecho y lo que está haciendo” pero “me siento más fuerte mentalmente contra ella”, afirmó la rumana que al comenzar esta temporada era todavía número uno del mundo e hizo un muy firme recorrido por la hierba de Wimbledon.
Esta será la primera final en Wimbledon para Halep, séptima cabeza de serie, que derrotó con un juego muy agresivo a la ucraniana Elina Svitolina en semifinales.
La campeona de Roland Garros 2018 necesitó una hora y 13 minutos para imponerse a la octava cabeza de serie por 6-1 y 6-3.
La rumana, de 27 años, jugó con mucha potencia desde el fondo de la pista y con gran precisión al ir a buscar las líneas en una primera manga con cuatro roturas pero solo una en su contra.
Alargando cada vez más los golpes y abriendo mucho los ángulos, Halep empujó a la ucraniana a cometer errores que le permitieron romperle el servicio hacia la mitad de la segunda manga, para acabar apuntándose la victoria.
“Hoy no ha sido tan fácil, porque ella jugó puntos largos” pero “yo utilicé la táctica adecuada para ganar”, consideró la rumana.
Halep y Williams se verán las caras el sábado en la final. Antes, el viernes, están programadas las dos semifinales masculinas, Roberto Bautista-Novak Djokovic y Rafa Nadal-Roger Federer.
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