El informe resalta que más del 80% de la población de trabajadoras son migrantes internas, desplazadas por la pobreza, violencia intrafamiliar o por falta de oportunidadades de desarrollo en sus comunidades.
“Más del 77% son jóvenes y el 82% son indígenas, obligadas a transculturizarse, por el alto costo de sus trajes”, apunta el estudio.
Según la directora de la Asociación de Trabajadoras del Hogar a Domicilio y de la Maquila (Atrahdom), Maritza Velásquez, las empleadas no reciben los beneficios que otorgan las normas laborales, y en algunos casos, son sometidas a jornadas esclavizantes.
“En las leyes todavía no se encuentra regulada o estipulada la protección para este sector y existe una discriminación salarial”, afirmó Velásquez.
Perfiles
De acuerdo al informe, las trabajadoras domésticas solo cuentan con estudios precarios, ya que la mayoría no llega a cursar tercer grado de primaria, además de una salud física deteriorada, mala nutrición y baja autoestima.
“Las jornadas de trabajo son de 12 y 14 horas y los salarios son muy bajos y no cubren las necesidades de las mujeres trabajadoras ni de sus familias”, agregó.
La mayoría de las empleadas domésticas pasaron de trabajadoras del campo a laborar en quehaceres domésticos, y después se van a la maquila y regresan a las labores domésticas, concluye el Mintrab.