Salud y Familia

La piel merece cuidados especiales

Poca hidratación, tabaquismo, dormir menos de 7 horas diarias, ingerir bebidas alcohólicas con frecuencia y exponerse al sol sin prevención, son algunos de los enemigos de la piel.

Si bien es cierto que el sol es fuente de vida y, en pequeñas dosis, tiene efectos positivos en el organismo, también es cierto que sobrexponerse a este, dañará nuestra salud.

Uno de los beneficios de la exposición solar adecuada es que ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo. Además, gracias a la luz solar el organismo sintetiza la vitamina D, muy importante para mantener el equilibrio en el metabolismo del calcio, lo que repercute en la salud de los huesos; también interviene en el sistema inmune, cardiovascular y respiratorio.

El tiempo de exposición solar que se requiere para obtener la cantidad necesaria de vitamina D depende del lugar en el que se viva. Aunque, por lo general, 10 minutos de luz solar de tres o cuatro veces por semana suelen ser suficientes, señala la Academia Americana de Médicos de Familia.

Precaución

Si bien el sol, tomado con prudencia, es beneficioso, una exposición solar excesiva puede causar estragos en la piel. De hecho, los rayos ultravioleta procedentes del astro rey producen envejecimiento prematuro de la piel, manchas, asperezas e incluso cáncer.

Existen varios tipos de cáncer de piel, cada uno de ellos con síntomas, tratamientos y gravedad diferentes. El más peligroso de todos es el melanoma.

Para prevenir la aparición de un cáncer de piel se sugiere evitar la luz solar directa entre las 11 y las 15 horas, buscar la sombra, aplicar protectores solares y usar gorra cuando haya más exposición al sol.

Otros efectos

Otro de los factores que perjudican la salud de la piel es el tabaquismo.

En este sentido, Julián Conejo-Mir, presidente de honor de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), explica que la piel humana está expuesta a los efectos del humo del tabaco de una forma directa, por contacto del humo ambiental con la piel, pero también de una manera indirecta, por la llegada vía sanguínea de las sustancias tóxicas procedentes del humo del tabaco inhalado.

El dermatólogo añade que la piel sufre las consecuencias del tabaquismo “no solo con enfermedades graves, sino también con aquellas que afectan a su estética”. En este sentido, indica que el humo del tabaco genera sequedad en la piel, arrugas prematuras y cabello seco. De modo similar, el alcohol, sobre todo el destilado (whisky, ginebra, vodka, etc.), también produce envejecimiento prematuro de la piel.

“Las caras de las personas que consumen habitualmente dosis altas de alcohol suelen estar demacradas y evidentemente envejecidas”, apunta Conejo-Mir.

El especialista detalla que, una persona alcohólica desarrolla daño hepático, su piel se queda opaca y de un color amarillento. Además, con el consumo de alcohol se altera el sistema inmunológico y aparecen infecciones recurrentes.

Dieta ideal

Algunos estudios sugieren que comer fruta fresca y verdura puede ayudar a prevenir el daño que conduce a un envejecimiento prematuro de la piel, apunta la Academia Americana de Dermatología. La razón es porque la mayoría de frutas tienen antioxidantes.

Consejos

  • La hidratación  adecuada es necesaria para tener una piel saludable. La ingestión diaria debe ser de dos litros para la mujer, y 2.5 para los hombres.
  • Dormir de  siete a ocho horas diarias tiene repercusiones positivas en la salud, y claramente en la piel. Una persona que no tiene un sueño reparador presenta la piel del rostro con señales de envejecimiento prematuro. 
  • Limpieza  diaria por las noches. El maquillaje se tiene que eliminar siempre —con productos específicos para ello—  antes de acostarse.
  • Cremas hidratantes  con protector solar.  Todos los días, las personas deben aplicarse crema para el rostro y cuerpo con factor de  protección para evitar daños a largo plazo en la piel.
  • Reducir el  estrés. Uno de los enemigos de la piel es la tensión acumulada, que también se refleja en este órgano, considerado el más grande del cuerpo. Hay que buscar mecanismos para sobrellevar las situaciones de estrés.

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