Los Juegos de Río 2016 parecen ser el escenario idóneo para dejar atrás la mala imagen dada en los últimos tiempos por la selección brasileña e intentar hacerse con la medalla de oro olímpica, el único gran trofeo que aún no está en las vitrinas de la pentacampeona mundial.
Los últimos meses de Neymar han estado marcados por las polémicas extradeportivas derivadas tanto de sus problemas con el fisco, como de su deseo de participar en los Juegos Olímpicos y en la Copa América Centenario, disputada en los Estados Unidos el pasado mes de junio.
Para ello, el técnico Rogerio Micale, quien tomó el mando de la selección olímpica tras la reciente destitución del seleccionador brasileño, Dunga, contará con un ataque de lujo en el que destacan, por encima del resto, dos nombres propios: el extremo del FC Barcelona Neymar y el goleador del Palmeiras Gabriel Jesús.
El astro de 24 años se ha consolidado como una de las principales figuras del futbol desde que llegó a España, en 2013.
Su innegable talento y su peso en el conjunto de la Ciudad Condal, le han servido para firmar uno de los contratos más jugosos de la historia del club, que le ubican como el segundo jugador mejor pagado del Barsa, sólo por detrás del gran símbolo del club, el argentino Lionel Messi.
Sin embargo, los últimos meses de Neymar han estado marcados por las polémicas extradeportivas derivadas tanto de sus problemas con el fisco, como de su deseo de participar en los Juegos Olímpicos y en la Copa América Centenario, disputada en los Estados Unidos el pasado mes de junio.
Junto a estas dos estrellas, Micale ha conseguido conformar un grupo lleno de jóvenes promesas, como Marquinhos (París Saint Germain) o Rafinha Alcántara (FC Barcelona) , que junto con los veteranos Renato Augusto (Beijing Guoan) y Fernando Prass (Palmeiras) intentarán hacer realidad el sueño olímpico brasileño.