Desde las 10 de la mañana, hora en que Byron Lima murió, según la necropsia, los reos tuvieron el control del lugar.
En la primera escena, al ingreso de la garita, había cinco cuerpos —uno al lado de otro— que fueron llevados hasta allí por los internos.
Tres cadáveres más fueron localizados en el patio trasero del sector nueve. Los cuerpos de dos hombres y una mujer —Joanna Birriel— estaban en un área cercana.
Una cuarta escena fue marcada a unos cuantos metros en donde fueron encontrados los restos calcinados de un hombre.
Un total de 69 casquillos fueron remitidos al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para su análisis.
Los fiscales coinciden en que fueron encontrados indicios sobre la utilización de tres tipos de armas: calibres 9 milímetros, .40 y .45.
La hipótesis de que fue utilizada una granada sigue sin sustento hasta ahora. El cuerpo calcinado no tenía indicios de haber estado expuesto a una explosión.
El ataque, según el testimonio de los reos, pudo haber durado unos 45 minutos.
Otro hecho inquietante para los investigadores es que fueron encontrados rastros de sangre que venían de la parte trasera del sector nueve, lo que sugiere —aunque esto es solo una presunción aclara uno de ellos— que algunas víctimas hayan sido llevadas a uno de los patios para darles muerte.
Versiones recogidas por las autoridades dan cuenta de que ese día, Lima Oliva inauguró una abarrotería.
Más datos
Roberto Garza, vocero del Inacif, señaló que entregaron 12 de los 14 cuerpos.
Además de las causas por las que murieron las primeras cinco víctimas, divulgadas el martes, el Inacif aportó ayer nuevos datos a la investigación.
El disparo que le provocó la muerte a Birriel fue acertado en el rostro.
Víctor Manuel Cruz Cruz murió por las heridas en el cráneo ocasionadas con un arma blanca, al igual que José Alberto Pérez Paredes.
Eric Fernandino Canel Martínez recibió disparos en el tórax, el abdómen y la cabeza, al igual que César Giovani Monroy Martínez. Emanuel de Jesús Martínez Castañeda, Anahel Ochoa y Julio César Aguirre murieron por impactos de bala en el tórax, según los peritajes.
aún no ven nexo
De acuerdo con los fiscales consultados quienes conocieron algunos de los procesos en contra de 12 reos asesinados no existe una conexión, hasta ahora probada, con Marvin Montiel Marín, alias el Taquero.
Cruz Cruz fue condenado a 42 años, entre otros delitos, por tráfico de estupefacientes y al pago de la multa de Q100 mil y US$ 102 mil 375, según la Fiscalía contra la Narcoactividad.
Martínez Castañeda fue detenido por realizar disparos con arma de fuego sin licencia, en Jalapa, y fue sentenciado por homicidio y portación ilegal.
Gean Adán González enfrentó un proceso por asesinato por el que fue sentenciado y el 18 de diciembre del 2007 se abrió otro en su contra por una trifulca protagonizada dentro de Pavón.
Canel Martínez había sido condenado a seis años por extorsión, después de haber sido detenido por flagrancia, al igual que Ochoa quien purgaba una condena por el mismo delito.
Zúñiga García y Aguirre Pérez estaban condenados por secuestro, aunque en distintos hechos. Toribio Aguilar, por violación. Marcos Chub Santos y Monroy Martínez estaban recluidos por robo agravado.
En una entrevista radial, la fiscal general Thelma Aldana dijo que la Cicig apoyaría las investigaciones y opinó que el atentado contra Lima tuvo una “planificación bastante larga”.