IDEAS
¿Quién mató al capitán?
El asesinato de Byron Lima Oliva y otras 13 personas en Pavón ha levantado toda una serie de especulaciones sobre quiénes podrían ser los responsables del ataque y las motivaciones que podrían estar detrás. Con los antecedentes, es muy poco probable que algún día lleguemos a conocer la verdad sobre quién mató al capitán.
Aun así, espero que este crimen se resuelva y no sea uno más de los miles que cada año quedan sin resolver y sin que se haga justicia en nuestro país. Si ni siquiera un caso de tan alto perfil e implicaciones se puede resolver, ¿qué consuelo nos queda al resto de los guatemaltecos?
Lamentablemente veo muy difícil —aun con la participación de la Cicig— que este asesinato múltiple se resuelva satisfactoriamente. Hay demasiadas variables fuera de control, empezando por la misma cárcel.
Los responsables tuvieron suficiente tiempo para borrar cualquier evidencia que pudiera incriminarlos. Las autoridades lograron “retomar el control” de Pavón 10 horas después del asesinato. Ni siquiera se puede hablar de una “escena del crimen” como tal, cuando varios de los cuerpos, incluido el de Lima, fueron arrastrados por los presos hasta la entrada.
Luego están las armas. ¿Cómo es posible que se fuera a “buscar las armas” 36 horas después de que se “retomara” el control de la cárcel y 48 horas después del asesinato? Se podría atribuir este retraso a la imposibilidad de reunir las fuerzas necesarias para lograr esa “incursión” en menos tiempo, pero lo cierto es que, indistintamente de las razones, es virtualmente imposible que se encontraran muchas evidencias tanto tiempo después.
De ahí que considero una tarea titánica averiguar y probar lo que allí sucedió. Eso ha servido para que salgan muchas hipótesis, desde las más sencillas sobre una disputa de control de la cárcel hasta las conspiracionales que involucran a funcionarios actuales y pasados, además de comandos externos que hayan entrado a Pavón a atacarlo.
Siendo Byron Lima una persona tan controversial y que había ganado muchos enemigos a su paso por varias cárceles, se hace más difícil considerar todos los posibles escenarios. Y si a eso añadimos el aura de “poderoso, influyente y muy informado” de que se rodeó en los últimos años, se complica más. Puede ser que alguien lo haya mandado a matar por odio o venganza, pero también existen muchas posibilidades de que haya sido por temor, tanto a enfrentarlo como a que pudiera divulgar información comprometedora.
En la trama de muchas novelas y películas —y de seguro en la vida real—, un recurso recurrente es el uso de información privilegiada como un seguro para garantizar la vida del poseedor de la misma.
Quizá la versión más conocida es la de la película The Firm —que no en la novela—, en donde el abogado al final logra salir avante del predicamento en que se encontraba, sin ceder la información de las transacciones corruptas de la mafia al FBI, pero manteniendo copia de todas ellas escondida en el barco de su hermano. A los mafiosos les deja la advertencia de que si algo le llega a pasar a él o a su familia, esa información sería entregada a las autoridades.
Este recurso es atingente a este caso porque muchos han especulado sobre “toda la información” que manejaba Lima Oliva. Algunos incluso han especulado que esa información estaría guardada fuera de la prisión. Las preguntas atingentes son: ¿Realmente existe tal información? De ser así, ¿a quiénes podría incriminar dicha información? ¿Iremos a conocer algún día esas revelaciones?
Las dudas son muchas y creo que el Gobierno, el MP y la Cicig, deben esforzarse por resolver este caso, ya que sus tentáculos pueden ser muy largos.
Fb/jjliber