En un comunicado publicado por la agencia de noticias Amaq, relacionada con la milicia, se afirma que dos combatientes de la agrupación detonaron sus cinturones explosivos en una “concentración de chiitas” en un área en Kabul.
Una marcha sin connotaciones religiosas, para protestar contra un plan energético del Gobierno que los hazaras chií denuncian que excluye a esta minoría, se vio sobresaltada por al menos una explosión, hacia las 14.30 hora local (10.00 GMT) .
Los manifestantes se encontraban en la zona de Dehmazang de la capital afgana, después de que el fuerte cordón de seguridad les impidiera que alcanzasen el palacio presidencial.
A la explosión siguieron las escenas de cadáveres en asfalto y heridos ensangrentados que pedían ayuda, mientras comenzaban a ser evacuados a hospitales en cualquier vehículo disponible.
En un escenario de pánico, los equipos de ayuda, las fuerzas de seguridad y muchos de los manifestantes intentaban ayudar a un número creciente de heridos.
“Los terroristas entraron entre los manifestantes y llevaron a acabo las explosiones” , aseguró el presidente afgano, Ashraf Gani.
El mandatario afirmó en un comunicado que entre los fallecidos y heridos se encuentran “miembros de las fuerzas de seguridad y defensa” , pero sin aportar más detalles.
El portavoz del Ministerio de Salud afgano no descartó que la cifra de víctimas aumente. “Muchos de los heridos se encuentran graves”, dijo también el director del cercano hospital Isteqlal.
Las detonaciones se produjeron durante una manifestación en una plaza central de la capital afgana donde numerosas personas protestaban contra el proyecto CASA-1000 para construir una red eléctrica. Se trata de un tendido eléctrico de 1.222 kilómetros desde Kirguizistán y Tayikistán hacia Pakistán e India, que pasaría por Kabul.
Los manifestantes exigían que la línea de 500 kV sea redirigida a la provincia central de Bamiyán, poblada sobre todo por la minoría hazara. Hasta ahora el Gobierno se ha negado a ello alegando más retrasos y costes más altos del proyecto.
“Al principio pensábamos que había explotado una mina pero cuando llegué a la zona me quedó claro que se trataba de un ataque suicida con automóvil”, dijo un manifestante que estaba cerca del lugar y que publicó un video en Facebook en el que se veía la plaza llena de víctimas cubiertas de sangre.
El portavoz del Ministerio no pudo precisar más sobre la identidad de las víctimas. “Son cifras preliminares y no podemos identificar el número de hombres y mujeres”.
El presidente Ashraf Ghani se mostró conmocionado por el ataque y dijo que entre las víctimas hay efectivos de la seguridad que estaban vigilando la manifestación. El jefe del ejecutivo Abdullah Abdullah condenó el “ataque terrorista” y dijo que “los talibanes no respetan la vida humana”.
Sin embargo los talibanes negaron su implicación en el atentado en un email. “Queremos dejarlo claro”, dijo el portavoz Zabihullah Mujahid. “Nuestros muyahidines no han participado en el ataque”.