“Agradecemos a los agentes policiales por mantener el orden social de forma leal y profesional, quienes han sido heridos en ataques de alborotadores, porque pueden ser llamados alborotadores”, dijo Lam, que añadió que más de 10 policías resultaron lesionados en las escaramuzas. La información oficial asegura que en total 28 personas, incluidos los agentes, fueron derivados a centros asistenciales debido a lesiones producidas en los choques.
La tarde del domingo, decenas de miles de personas, 100.000 según los organizadores, marcharon por la ciudad. Todo fue pacífico hasta que entrada la noche se produjeron enfrentamientos que derivaron en caóticas escenas en un centro comercial, donde los manifestantes lanzaron botellas plásticas y paraguas a las fuerzas de seguridad, que respondieron con gas pimienta y golpeando con bastones y escudos.
Proyecto “muerto”
Por su parte, el jefe de la policía hongkonesa, Stephen Lo Wai-chung, condenó de forma enérgica lo sucedido, asegurando que los manifestantes “se volvieron locos”. Hubo 40 detenidos por reunión ilegal y ataques a los agentes, según datos entregados por las autoridades. Asimismo, se informó que de los heridos, dos permanecen internados en condición crítica.
Si bien Carrie Lam dio por “muerto” el proyecto de ley de extradición el pasado 9 de julio, los manifestantes continúan con las protestas, que muestran el descontento de muchos hongkoneses con lo que consideran una mayor intervención de Pekín en los asuntos de la ciudad autónoma, que estuvo bajo control británico hasta 1997. Las protestas continuarán en los próximos días: la siguiente está convocada para este miércoles.