La ley de la oferta y la demanda nos indica que cuando algo que se desea se percibe como escaso, la gente tiende invariablemente a pensar que es de gran valor. Si se encuentra en abundancia y cualquiera lo puede poseer, se torna barato y a veces indeseable.
Dalmiro Sáenz dijo: “La escasez es la carencia de algo, y de esa carencia nace el deseo. Pero lo más importante no es tanto desear como desear desear”. La Psicología explica el fenómeno de la escasez con la “Teoría de la conservación de recursos”. Según este modelo, las personas intentan retener, proteger y crear recursos y lo que resulta amenazante para ellos es su pérdida potencial o real.
Y esto es lo que suele suceder con las propiedades inmobiliarias, sobre todo con la vivienda donde nacimos, crecimos y ahora que se desea vender: creemos que vale “un montón” y que jamás la remataríamos por una cantidad que no supere nuestras expectativas.
Y justamente existe una condición de escasez que los economistas llaman “efecto patrimonio”. Cuando un bien forma parte del patrimonio de una persona, inmediatamente aumenta de valor. Es decir, pedimos mucho más por desprendernos de algo que ya tenemos, que lo que estamos dispuestos a pagar por adquirirlo.
Hemos notado que los dueños de una vivienda la valoran mucho más, sencillamente porque les pertenece.
Es el caso de cuando alguien adquiere una motocicleta de una marca no muy lujosa por US$100. Pasan los años y resulta que ahora esa motocicleta alcanza los US$800. La ley de la escasez, en su variante de efecto patrimonio y con un ingrediente efectivo, hace que no la quiera vender ni por esa cantidad ni por otra un poco mayor. Lo más curioso es que esa misma motocicleta, si no la poseyera, no la compraría por ese precio; se le haría cara.
Parece irracional, pero la vivienda adquiere un valor adicional por el solo hecho de pertenecernos. Esto se debe a la escasez imaginaria proyectada. Consciente o inconscientemente, las personas piensan que ese objeto puede llegar a escasear al no ser suyo y automáticamente se incrementa su valor.
Algunos propietarios nos llaman para realizar un avalúo a su vivienda, y nos confiesan que han intentado hacerlo y alguna vez han llegado a un valor, pero cuando se lo han propuesto a un comprador, este se asusta y les dice que están fuera de mercado. Luego cuando les han hecho alguna oferta, les parece demasiado baja, hasta ridícula.
Y todo esto porque no logran deslindar ese efecto “Patrimonio”, donde consideran que lo que les pertenece vale más que otras propiedades.
Estos temas y otros estaremos desarrollando en la XV Jornada Valuatoria del Colegio de Ingenieros de Guatemala, a desarrollarse en el Hotel Barceló el viernes 12 de agosto, donde también haremos el lanzamiento del libro: “Tratado de valuación, conozca el valor de la propiedad y no pierda dinero”. Interesados llamar a los teléfonos 23859008 y 23859014.