Los canales conducían el agua de debajo de la cámara funeraria hacia la gran explanada frente al templo, proporcionándole al espíritu de Pakal una ruta hacia el inframundo.
La atención se ha enfocado en el sarcófago de piedra ricamente adornado en el que Pakal fue enterrado, y que algunos erróneamente han descrito como si el gobernante estuviera sentado en el control de una nave espacial.
Pero González dijo el lunes que un par de orejeras de piedra encontradas en la tumba dicen que el dios Chaac “guía como primer caminante al muerto hacia el inframundo, sumergiéndose en el agua para que él sea recibido allí” .
En otras palabras Pakal no voló al espacio, sino que se movió por los canales. “No hay nada que ver con naves espaciales” , dijo González.
Un acueducto, que se conecta con otro, está hecho de piedra y mide unos 60 centímetros de ancho y largo.
El director de arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Pedro Sánchez Nava, dijo que la teoría sobre su uso como vías hacia el inframundo tiene sentido ante elementos de otras culturas prehispánicas como Teotihuacán, donde apareció un canal en su ciudadela.
“Podemos hacer una analogía con lo que se descubrió en la ciudadela … en el sentido de la importancia que tenía para las culturas prehispánicas el inframundo, el agua primogénita, donde se cierra también el ciclo de la vida, allí inicia y concluye, en ambos casos hay presencia de corrientes” , dijo.
La excavación comenzó en 2012 cuando los investigadores, preocupados por anomalías subterráneas, exploraron con un georradar el área frente a los escalones de la pirámide.
Ante el temor de un agujero o una falla geológica que pudiese afectar la pirámide, excavaron en el lugar y descubrieron tres capas de piedra cuidadosamente colocadas que cubrían la parte superior del canal.
González dijo que el mismo tipo de cubierta de capas fue encontrada en el piso de la tumba de Pakal, dentro de la pirámide.
El arqueólogo considera que no hay una conexión entre la tumba y el canal, pero agregó que no se ha explorado completamente ya que es demasiado estrecho para adentrarse en él.
Los investigadores tuvieron que enviar un robot con una cámara para ver gran parte del trazo horizontal subterráneo de los canales.
El autor Erich von Daniken sugirió en su libro “¿Chariots of the Gods?” que la posición de Pakal en los grabados en roca de la tapa de su sarcófago se semejaba a la de los astronautas y parecía estar sentado en un aparato con controles del cual salían “llamas”.
Según los expertos las “llamas” son descripciones del árbol de la vida maya, cuyas raíces se creía que llegaban al inframundo.