“Es con humildad, determinación y una confianza sin límites en la promesa que es este país que acepto la nominación a la presidencia de Estados Unidos”, dijo Clinton durante la Convención Nacional Demócrata, realizada en Filadelfia.
Se trata de la primera vez que una mujer recibe la investidura en uno de los principales partidos en toda la historia política de Estados Unidos.
Instantes después del histórico discurso, el presidente Barack Obama utilizó la red Twitter para enviar su saludo.
“Gran discurso. Ella tiene experiencia. Está lista. Ella no se rinde. Por eso Hillary debe ser nuestra próxima POTUS”, escribió Obama, en referencia a la sigla ‘President of the United States’ que caracteriza las cuentas del presidente en redes sociales.
No al muro
En la última noche de la Convención Nacional Demócrata, Clinton aseguró que Estados Unidos no construirá ningún muro, atacando así a su rival republicano Donald Trump y a uno de los principales pilares de su campaña: la creación de una pared en la frontera con México para frenar la inmigración no autorizada.
Al contrario, la exsecretaria de Estado aseguró que trabajará por abrir una vía para la naturalización de millones de inmigrantes que contribuyen a la economía del país.
Además, apuntó que el país precisa una amplia reforma del sistema migratorio, que impulsaría el crecimiento de la nación.
“Creo que cuando tenemos millones de inmigrantes trabajadores que contribuyen a nuestra economía sería contraproducente e inhumano intentar expulsarlos”, dijo Clinton en un discurso de una hora con el que cerró la convención.
Economía, la prioridad
En el discurso, interrumpido constantemente por aplausos y vítores, Clinton delineó su visión de las necesidades del país, y dejó claro que la prioridad es adoptar mecanismos para mejorar la vida de los más necesitados.
“Mi primera misión como presidente será crear más oportunidades y buenos puestos de trabajo con mejores salarios en Estados Unidos”, expresó.
Eso ocurrirá “desde mi primer día en el cargo hasta el último. Y especialmente en lugares que por mucho tiempo han sido puestos a un lado y dejados atrás”, agregó.
Clinton dijo que la economía del país “aún” no está en el nivel de excelencia que podría estar, y por ello son numerosos los estadounidenses que sienten que han quedado rezagados.
“He oído de muchos que sienten que la economía no está funcionando. Algunos de ustedes están frustrados, algunos inclusive furiosos. ¿Saben una cosa? Ustedes tienen razón. No está funcionando de la forma que debería”, dijo la candidata presidencial.
Morder el anzuelo
Clinton no ahorró artillería contra su adversario republicano, Donald Trump, a quien presentó como un empresario de dudosa integridad moral, un hombre movido por prejuicios y un político convencido que el puede arreglar en solitario todos los problemas del país.
Trump, dijo la candidata demócrata, “quiere que tengamos miedo del futuro y tengamos miedo los unos de los otros”. Pero “no tenemos miedo. Vamos a crecer ante el desafío, como siempre lo hemos hecho”, añadió.
El candidato conservador, agregó, “pierde la compostura a la mínima provocación” y no duda en responder agresivamente a preguntas de la prensa.
“Imagínenlo en el salón oval enfrentando una crisis real. Un hombre que muerde el anzuelo con un tuit no es un hombre al que podamos confiarle las armas nucleares”, aseveró.
Clinton también formuló un alerta general sobre la situación del país más allá de la candidatura de Trump, alegando que Estados Unidos enfrenta un “momento decisivo”.
“Estados Unidos está nuevamente ante un momento decisivo. Fuerzas poderosas amenazan dividirnos. Los lazos de confianza y respeto están rompiéndose. (…) Debemos decidir si vamos a trabajar juntos para poder todos crecer juntos”, dijo.
En su visión, la figura del Comandante en Jefe es la que tiene la responsabilidad de “tomar las decisiones más duras que enfrenta el país. Decisiones sobre paz y guerra. Sobre vida y muerte”.
Tras una pausa dramática, preguntó: “¿Tiene Donald Trump el temperamento para ser Comandante en Jefe? ¡Donald Trump ni siquiera aguanta las durezas de una campaña presidencial!”
Fiel a su estilo, Trump respondió en la red social Twitter: “Nadie tiene peor juicio de Hillary Clinton. La corrupción y la devastación la siguen dondequiera que ella vaya”, escribió.
Cerrando heridas
Clinton también buscó cerrar las heridas abiertas en el partido por la disputa interna, al agradecer a su adversario, el senador Bernie Sanders, por haber logrado la movilización política de millones de jóvenes.
“Bernie, tu campaña inspiró a millones de estadounidenses, especialmente los jóvenes que pusieron sus corazones y sus almas en nuestra primaria. Pusiste la justicia económica y social en el centro del debate, donde debe estar”, señaló la candidata presidencial.
“A todos tus electores aquí y alrededor del país: quiero que sepan que los he escuchado. Su causa en nuestra causa. Nuestro país precisa de sus ideas, su energía y su pasión”, apuntó, en medio de una espectacular ovación.
En Twitter, Sanders respondió utilizando el lema de campaña de Clinton: “Unidos somos más fuertes”.
Clinton expuso que será presidenta para los demócratas, los republicanos y los independientes, “para todos los que voten por mí y para los que no lo hagan”.
Añadió que ha conocido a mucha gente que la motiva para luchar por un cambio, incluidos niños enfermos y los sobrevivientes de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Tras aceptar la nominación presidencial demócrata con “humildad, determinación y confianza sin límites en la promesa de Estados Unidos”, la también exprimera dama afirmó que el lema “más fuertes juntos” con el que ha promocionado su campaña es un principio orientador para el país. Agregó que ayudará a definir un futuro con una economía saludable “para todos, no sólo los que están en la cima”.
Emotivo momento en el último día de convención
En el transcurso de la jornada Sarah McBride se convirtió este jueves en la primera persona transgénero en pronunciar un discurso en una convención nacional partidaria en Estados Unidos, al ocupar el estrado ante delegados del partido Demócrata para instar a votar por Hillary Clinton.
“Mi nombre es Sarah McBride y soy una orgullosa estadounidense transgénero”, dijo la activista haciendo estallar una enorme ovación en el Wells Fargo Center, de Filadelfia, donde este jueves Clinton debe aceptar formalmente la candidatura a la presidencia por el partido Demócrata.
De acuerdo con McBride, Clinton “entiende la urgencia de nuestra lucha”, y por esa razón desde la Casa Blanca “luchará en favor de una ley sobre igualdad, para combatir la violencia contra mujeres y para terminar con la epidemia de VIH-Sida de una vez y una para siempre”.
La situación de las personas transgénero se tornó un asunto de discusión de alcance nacional después que una alta corte de apelaciones reconoció que esas personas también están protegidas por las normas que combaten la discriminación por cuestiones de sexo.
En medio de esa discusión nacional, el Pentágono anunció la anulación de las normas que vetaban el acceso de personas transgénero a las Fuerzas Armadas estadounidenses.
“Aún queda mucho por hacer. En Estados Unidos las personas LGBT aún son objeto de un odio que sobrevive en muchos corazones y en muchas leyes”, dijo McBride.
Hace una semana, Caitlyn Jenner, una de las más famosas personas transgénero en Estados Unidos, expresó su apoyo al candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, pero lo hizo en una actividad paralela a la Convención Nacional de ese partido, no en la reunión principal.
¡Ya basta de Trump!
Al grito en español de “¡Ya basta con Donald Trump!” y “Sí se puede!”, la activista de ascendencia mexicana Dolores Huerta destacó durante la última noche de la Convención Nacional Demócrata el poder del voto hispano y pidió al candidato republicano a la presidencia que “se marche”.
El magnate “insulta a los latinos como si fuéramos ciudadanos de segunda clase, como si acabáramos de llegar. Tengo noticias para Trump: Siempre hemos estado aquí”, dijo Huerta desde el podio ante los aplausos del público.
La activista, al igual que varios políticos hispanos, defendió la identidad de los latinos del país después de que muchos se sintieran ofendidos cuando Trump dijo el año pasado que entre los inmigrantes mexicanos hay violadores y delincuentes que llevan drogas a Estados Unidos. El magnate también propone construir un muro en la frontera con México para frenar la inmigración no autorizada.
En un momento dado al principio de la noche, Ruben J. Kihuen, senador estatal de Nevada de origen mexicano, miró a la cámara durante su discurso y dijo en español: “¡No tomos somos violadores! ¡Señor Trump, algunos de nosotros somos gente digna!”
Antonio Villaraigosa, exalcalde de Los Ángeles, centró su discurso en la inmigración y dijo que se deben defender los derechos de las 11 millones de personas que carecen de autorización para vivir en el país.
“Estas personas ni siquiera pueden votar, pero deben tener una voz en nuestro partido y en nuestra nación”, dijo el hispano. “Siempre somos más fuertes cuando integramos, no cuando segregamos”.