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En el mercado hay literalmente piezas de todo tipo en este color… suéteres, vestidos, pantalones, blusas, camisas, corbatas y así la lista crece. Suelen ser muy cómodas y además son fáciles de combinar. Sin embargo, a pesar de sus bondades, algunas veces antes de comprar una prenda de este color es probable que usted “lo piense dos veces”, pues también tienen la característica de ser muy delicadas.
El sudor, el roce con otras prendas e incluso el mismo ambiente puede hacer que el blanco de sus prendas se pierda y se transforme en un tono amarillento, haciendo que usted, a pesar de que le guste mucho, decida dejarla en el fondo del clóset o tirarla, y olvidarse de ella.
Para evitar eso aquí le compartimos algunos consejos que le ayudarán a devolverle el aspecto reluciente y pulcro. Lo mejor de todo es que únicamente utilizará productos que seguramente ya tiene en casa.
1. Vinagre blanco
Agregue 1 taza de vinagre blanco a su detergente y lave sus prendas como de costumbre.
2. Bicarbonato de sodio
Seguramente sabe que este producto es frecuentemente utilizado en la limpieza gracias a sus propiedades. Para decirle adiós a la ropa percudida coloque ½ taza de bicarbonato de sodio disuelto entre su detergente. En caso de que busque eliminar manchas específicas mezcle una cucharadita de bicarbonato con el jugo de medio limón y aplíquelo directamente en las zonas afectadas. Deje actuar y posteriormente lave la prenda como lo haría normalmente.
3. Agua oxigenada
En un balde con el agua necesaria para remojar la prenda, agregue ½ del bote de agua oxigenada más pequeño si busca blanquear una prenda grande como una chumpa o pantalón y 1⁄4 en caso de una blusa, camisa o prenda de tejido delicado. Deje en remojo la pieza durante dos horas y luego enjuague y lávela de manera habitual.
4. Limón
El jugo de limón por sí solo tiene propiedades que le ayudarán a mantener sus prendas blancas. Lo único que debe hacer es hervir un litro de agua y agregarle el jugo de dos limones para posteriormente dejar su prenda remojada en esa mezcla durante media hora. Al momento de sacar la prenda frote las partes que considera que están más afectadas. Por ejemplo, en el caso de las blusas o camisas podrían ser los puños, el cuello y la zona de las axilas. Cuando se trata de pantalones los ruedos y el área de las rodillas suelen ser las más dañadas. Finalmente enguaje la prenda con abundante agua y lávela como lo haría normalmente.
Elija una de las cuatro alternativas que le compartimos y póngala en práctica, pero tome en cuenta que es un proceso que no puede repetir con mucha frecuencia porque podría tener un efecto de desgaste en sus prendas. Una vez será suficiente para mejorar el aspecto de su ropa. Si más adelante es necesario, repita el proceso pero cuando hayan transcurrido alrededor de tres meses como mínimo.
Además tome en cuenta estos consejos para evitar llegar al punto de tener que buscar alternativas para devolverle el blanco a su ropa, sino que pueda mantenerlo así todo el tiempo:
- No mezcle las prendas blancas con otras piezas de colores al momento de lavarlas.
- Cuando pueda seque su ropa al sol porque los rayos UV le ayudarán a mantenerla blanca.
- Al momento de notar una mancha no deje pasar mucho tiempo para buscar la manera de retirarla. De lo contrario tendrá que aplicar más productos o fuerza al momento de frotar para retirarlas y eso podría dañar su ropa.
