La única opción que tienen las personas en su edad productiva ante los bajos ingresos, la pobreza y las deudas, es ofrecer su fuerza laboral al exterior en forma ilegal y riesgosa, según Ubaldo Villatoro, asesor de la Comisión Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua).
“Guatemala se ha convertido en un exportador de mano de obra y a cambio se reciben los flujos de remesas”, puntualizó.
Wálter Menchú, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales, refiere que el 52% de las personas tratan de mejorar la condiciones económicas de sus familias y el 32% busca un empleo para incrementar sus ingresos.
“Estos porcentajes reflejan una falta de oportunidades para mejorar la situación económica en las familias”, dijo Menchú.
El investigador opina que no se trata solo de qué el país tenga una estabilidad macroeconómica —control de producción y precios en la economía—, sino proporcionar un empleo digno, acceso a educación y salud.
El 53% de la población —unas siete millones 861 mil 638 personas— vive en pobreza y tiene un ingreso para vivir de entre Q12 y Q24 diarios, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) 2011, del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La pobreza extrema en el país es de 13.33% y la población no pobre es de 40.3%, según esa muestra.
En relación con el mercado laboral, el INE dice que, siete de cada 10 trabajadores se emplean en la economía informal, situación que se traduce en aprietos para lograr más ingresos y falta de cobertura en seguridad social.
Además de las condiciones económicas, otras causas de migración son la violencia, abuso físico y psicológico, reunificación familiar, conflictos familiares y construcción de vivienda, según la Encuesta Sobre Remesas 2009 que diseño la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Modelo
Según Antonio Prado, secretario ejecutivo adjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), si los modelos económicos de producción no cambian, difícilmente se podrá evitar la migración de ciudadanos a EE. UU., para ofrecer su mano de obra.
El diplomático afirmó que este fenómeno causa problemas sociales, sobre todo en los núcleos familiares por la ausencia de un jefe de hogar, pero por otro lado, los beneficios se reciben por las transferencias de dinero, pero a un alto costo.
“Se deben enfocar políticas para impulsar a las pequeñas y medianas empresas, que son las que más empleo generan, y no a la gran empresa que tiene todas las facilidades”, dijo.
El asesor de Conamigua agregó que, además, hay que promover patrones productivos que conlleven un mejor ingreso para las familias, sobre todo para los jóvenes, así como la inversión en educación.
“Una persona mejor formada en educación tiene mejores oportunidades en el país y si aún ellos deciden migrar pueden destacar en el extranjero”, expresó.
Villatoro refiere que en las muestras realizadas por Conamigua se determinó que las personas migrantes preparadas que laboran en EE. UU. tienen mejores ingresos que aquellos que no completaron su educación básica.
Según la OIM, los guatemaltecos que laboran en actividades de servicios comunales, sociales y personales son el 23%, seguido en la rama de comercio, restaurantes, y hoteles (21%), construcción (17%) e industria manufacturera, textil y alimenticia (9.6%).
El 41.3% de las personas que decidió migrar a ese país fue en busca de empleo, ya que el país no le ofrecía la oportunidad, y otro 46.3% dijo que migró para mejorar sus condiciones salariales para cubrir sus necesidades, pese a contar con un trabajo, detalla el informe.
Uno de los pilares que Guatemala ha adoptado como modelo de crecimiento económico es el agroexportador, sobre todo de materias primas, como azúcar, café, banano, petróleo y cardamomo, sin ningún proceso de manufactura que le agregue valor agregado y que pueda dejar mayor tasa de rentabilidad —ingresos—.
De acuerdo con Menchú, el tema hay que verlo a largo plazo, por lo que es necesario que existan oportunidades para que las personas se preparen en su formación, a fin de tener habilidades y acceder a un buen trabajo dentro del país, sin necesidad de migrar.
Pese a ello, Guatemala ocupó el segundo lugar en el flujo de transferencias recibidas en los países latinoamericanos en el 2013, con US$5 mil 104 millones, y el primer puesto fue para México, con US$21 mil millones.
El computo para Latinoamérica fue de un ingreso por US$61 mil 251 millones, precedentes en su mayoría de EE. UU., lo que significó un crecimiento de 4.8% respecto del 2012, según un documento del Fondo Multilateral de Inversiones.
Transferencias
Pronóstico de cierre
Para el 2014 se proyecta un crecimiento del 5% en las transferencias de dinero, respecto del 2013.
En el primer semestre se reporta un ingreso de US$2 mil 222 millones por remesas.
Deportación
Flujo de expulsiones
Al viernes último, EE. UU. había deportado por vía aérea a 29 mil 392 personas, mientras que por vía terreste, a 48 mil 460, según las estadísticas de la Dirección General de Migración.
Alejandra contreras
Faltan planes de largo plazo
Alejandra Contreras, analista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), refiere que no hay planes de largo plazo para mejorar las condiciones de vida de la población, por lo que optan por migrar.
¿Las condiciones del país contribuyen a que sigan las migraciones?
Una de las aristas es la migración, —las personas— no encuentran aquí una salida y tienen que buscar otro país que les ofrezca soluciones distintas.
Otra, muy triste es que los jóvenes son presa muy fácil y se involucran en grupos delincuenciales o crimen organizado, también hay vejaciones como la trata de personas y el trabajo infantil, que ya se ve como algo normal, pero no es así.
¿Hay políticas para cambiar esas condiciones?
No hay un plan de desarrollo de largo plazo sobre esa Guatemala que necesitamos y sobre la competitividad que deberíamos generar.
Está el esfuerzo de la Segeplán con el Katún 2032 —incluye lineamientos sobre ejes de desarrollo—, pero ya casi van tres años de gobierno y no se concreta, y luego, al cambio de gobierno, no se continúa.
¿Las condiciones pueden empeorar?
Sin una estrategia, sin tomar en cuenta factores demográficos, los indicios de pobreza, de marginación y de exclusión, lo que tenemos es una receta para una trampa de pobreza muy fuerte.
Estadísticas del Ministerio de Educación refieren que la matriculación de primaria del 2012 cayó al 89%, cuando en años anteriores había llegado a alrededor del 98%.
Hay datos escalofriantes, en el informe del Plan Internacional se ve que Guatemala, Honduras y El Salvador invierten entre US$0.50 y US$0.80 diarios por cada niño o niña —entre 2007 y 2011— y Costa Rica invierte US$4.
A su criterio, ¿qué se debe hacer?
No puedo creer que podamos pasar 50 años más apostándole a productos de agroexportación, sino hay que ver donde está la inversión en tecnologías de información, y la mejora en la productividad no la vamos a alcanzar si no hay una educación que capacite a las personas a tener un pensamiento crítico y a desarrollar talentos.
Hay quienes creen que los gobiernos no hacen mayor esfuerzo por evitar la migración, porque no tendrían como sustituir el ingreso millonario de remesas.
No ha habido una estrategia de bancarización y educación para que la población pueda hacer de sus remesas una inversión productiva.