Finales de agosto
La fecha de esa última sesión será definida por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, quien dirigirá el trámite a partir de mañana, como garante constitucional y corresponsable del proceso junto con el Parlamento.
Lewandowski ya ha adelantado que, en caso de que los senadores se pronuncien por la continuidad del proceso, esa definitiva votación será convocada para finales de este mes y podrá durar entre tres y cinco días.
Los movimientos sociales que respaldan a Rousseff han convocado a protestas para el martes bajo los lemas “Fuera Temer” y “Vuelve Dilma”, aunque las autoridades policiales de Brasilia dudan de que vaya a haber una respuesta masiva.
Esos cálculos se apoyan en las protestas más recientes, como las realizadas el pasado viernes, en coincidencia con la inauguración de los Juegos Olímpicos, que no llegaron a congregar a más de cinco mil personas en todo el país.
Si esas manifestaciones parecieron ser un fracaso, no lo fue un llamamiento hecho por las redes sociales a valerse de los Juegos Olímpicos para protestar contra Temer, que a pesar de su carácter interino hasta que se defina la suerte de Rousseff, ha adoptado algunas medidas impopulares desde que está en el poder.
La mayor muestra del malestar con Temer, que no necesariamente supone un apoyo a Rousseff, fue dada durante la inauguración de los Juegos Olímpicos, en la que el presidente interino recibió un sonoro abucheo al declarar abierto el evento.
Aunque esos silbidos resonaron a escala planetaria a través de la televisión mundial, Temer les restó importancia y los explicó como una “tradición” de las tribunas del estadio Maracaná, desde las que ya fueron abucheados todos los mandatarios que por allí pasaron.
Temer intentó restarle importancia a esa protesta y la explicó citando un texto del fallecido escritor brasileño Nelson Rodrigues, quien aseguraba que “en el Maracaná se abuchean hasta los minutos de silencio”.