Melé, que se encuentra en México para dar a conocer y asesorar el desarrollo de una banca ética en la nación, explicó que esta visita pretende “ir estableciendo” un programa de trabajo que permita, en un periodo deseable de tres años, implementar este nuevo modelo en el país.
Ese proyecto, que buscará “financiar la economía real”, tiene con Triodos un claro ejemplo positivo, pues la firma se destaca por la poderosa expansión de este banco, nacido en Holanda en 1971, durante los últimos años en varios países europeos como en España.
Bajo la filosofía “primero son las personas, luego el planeta, luego los beneficios”, Triodos ofrece prácticamente los mismos servicios que la banca clásica, pero tiene unos criterios de inversión muy definidos.
Destinan recursos a proyectos culturales, medioambientales, y rehuyen de la industria armamentística, la energía nuclear o la agricultura transgénica.
Sin renunciar a los beneficios, necesarios para sobrevivir en ese fiero sector, la banca ética lucha por acabar con un paradoja: “En la economía mundial sobra el dinero, pero cada vez hay más gente a quien le falta”, recordó Melé, y señaló que esta máxima forma parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas.
Banca ética
El fundador de Triodos en España, actualmente enfocado en promover la banca ética en el mundo, dijo que México era un reflejo de esta paradoja, pues la nación, dentro del G20, nada en la informalidad (57.2 % de la población económicamente activa) y tiene casi la mitad de su población, unos 55.3 millones de personas, en la pobreza.
En ese contexto, una futura banca ética deberá luchar también por la inclusión financiera de 42.6 millones de personas, un 56 % de la población, que no tienen cuenta bancaria, según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015.
Este economista, que se desempeñó como subdirector general de Triodos Bank en España hasta finales de 2014, ve grandes posibilidades de este tipo de banca en América Latina, donde ya ha impartido conferencias y sembrado la idea en conciencias de Colombia, Chile, Argentina, Uruguay o Brasil.
Internamente, estas bancas éticas han de apostar por un doble objetivo, la transparencia y la regulación de los salarios.
“No puede ser como pasa en banca que el que cobra más cobre mil veces más que el que cobra menos”, denunció Melé.
En México, esta iniciativa está promovida por la consultora Amanat, especializada en estrategia y gestión socioambiental de proyectos de inversión, que descubrió el modelo de Triodos y buscó cómo llevarlo a la nación latinoamericana.
“Somos impulsores para que esto pueda suceder en México. Y estamos abiertos a que la gente se una al proyecto, participe en la forma que quiera. (…) Estamos invitando al público a que se una en el esfuerzo”, explicó Pablo Aboumrad, encargado de Producción de la consultora.
Para el director general de la firma, Claudio Fabiano, se trata de crear “una nueva conciencia vinculada al uso del dinero que uno dispone”.
Melé recordó que solamente bajo estos nuevos preceptos, la palabra banquero dejará de ser, al menos como sucede en España, “un insulto”.
“Yo no soy nadie para hablar de los bancos y los banqueros, pero igual se han ganado algunas cosas a pulso, ¿no?”, apuntó este experto en finanzas.
Aunque Melé reconoció que la participación en el mercado de la banca ética es todavía pequeña -y de momento no tienen problemas con los “lobbies” precisamente gracias a ello- rememoró una anécdota que denota que su poder es creciente.
Hace diez años, en una cena benéfica organizada por grandes bancos en su natal Barcelona, salió a colación el tema de la banca ética y un pez gordo del sector se mostró preocupado.
“Es que apelan a la conciencia, y contra esto no tenemos defensa”, explicó este máximo directivo.