Si se analizan las estadísticas de ambas instituciones se infiere que el aumento de motocicletas es desproporcionado respecto de los trámites que se realizan para obtener primeras licencias de ese tipo de vehículo.
Los datos de la SAT dan cuenta de que de diciembre del 2011 a julio del 2013, el número de motos creció en 164 mil 51. Sin embargo, las estadísticas del Departamento de Tránsito dan cuenta de que durante ese mismo período los requerimientos para nuevas licencias apenas suman 60 mil 421, un desbalance con fuertes implicaciones de seguridad y control para ese vasto grupo de población.
Posibles causas
Según el Departamento de Tránsito, hay muchas motocicletas que aún figuran en registros de la SAT, pero ya no están en uso por accidente, robo o simple obsolescencia. También saben de muchos motoristas que circulan con licencias vencidas.
El Departamento contempla la posibilidad de que algunos motoristas tengan dos o tres vehículos, y otra de las causas —probablemente la más grave— es que en efecto un alto porcentaje de motoristas en el país carece de licencia para conducir ese tipo de vehículo, sobre todo menores de edad.
En el Departamento de Tránsito se concluye que es una mezcla de todas las variables la que finalmente influye en que los datos sean tan disparejos, pero que el hecho de que haya un alto número de usuarios que transitan sin permiso pone en peligro no solo a los usuarios, sino también a terceros, quienes resultan víctimas de las imprudencia de esos conductores.
“Implica que miles de personas que conducen una moto nunca han recibido instrucción mínima, por lo que desconocen de la educación vial más elemental, como por ejemplo la importancia de llevar casco y cómo deben transitar, entre otros aspectos”, según un comunicado de prensa del Departamento de Tránsito.
Prefieren las motos
Hasta diciembre del 2008, en el país circulaban más carros que motos.
Los reportes de la SAT dan cuenta de que había 476 mil 739 vehículos tipo sedán, frente a 447 mil 68 motocicletas. Esa misma estadística era todavía más marcada en el 2005, cuando había 334 mil automotores, frente a 167 mil 643 vehículos de dos ruedas.
Para diciembre del 2009 la tendencia histórica ya se había revertido en el país, pues había registradas 508 mil 999 motos, frente a 505 mil 782 carros particulares, una diferencia tres mil 217, cuya causa principal es la amplia oferta, sobre todo de motos chinas, taiwanesas y de la India.
El último reporte de la SAT —a julio del 2013— arrojaba una cifra de motos por mucho superior a la de los carros particulares. La estadística da cuenta de que frente a las más de 820 mil, hay 589 mil 136 vehículos tipo sedán, es decir, 39.29 por ciento más motos que automóviles particulares, y la brecha sigue creciendo.
Mientras que la cifra de automóviles particulares creció 13 por ciento de diciembre del 2009 a la fecha, las motos se vendieron 61.22 por ciento más.
El alza de los combustibles, cotidianos atascos, la inseguridad en el transporte público y los costos accesibles de un reñido mercado han movido a numerosos guatemaltecos a adquirir una moto.
El auge de los mototaxis, que han colmado la capital y la provincia para el transporte de trayectos cortos, representa parte del alza. De hecho, hay registrados 23 mil 379 trimotos comerciales, para cuyo pilotaje no se exige ninguna licencia especial y, a menudo, son conducidas por menores de edad sin el documento.
Terror en dos ruedas
El creciente uso de las motos ha sido aprovechado por criminales. Actividades como sicariato, robo de celulares, asaltos y la comisión de otros hechos delictivos son solo algunos ejemplos. Según un informe del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), en lo que va del año, 200 personas han sido asesinadas y otras 60 heridas por sicarios en motos.
Esa es una de las razones por las que el Ministerio Gobernación decidió emitir el acuerdo gubernativo 289-2013, el cual tenía como objetivo “prevenir la comisión de hechos delictivos por ocupantes de motocicletas y motobicicletas”.
La medida se asemeja a la impulsada durante el gobierno de Álvaro Colom. En abril del 2009, el otrora ministro de Gobernación Salvador Gándara impulsó el acuerdo gubernativo 105-2009, que prohibía que más de una persona viajara en moto. Además, obligaba a usar un chaleco negro.
La medida también generó el rechazo de los motoristas, y se dificultó su cumplimiento. Ahora viajan dos en moto, muchos sin casco; pero el colmo es cuando se observa a tres, cuatro y hasta cinco personas que se desplazan sobre dos ruedas, en una especie de acrobacia temeraria que se repite a diario en impunidad.
Chaleco obligatorio
Disposición polémica
A partir del 15 de octubre, los usuarios de motocicleta deberán circular con un chaleco anaranjado con el número de placa en la parte trasera y dos franjas horizontales de cinco centímetros de ancho y dos verticales de las mismas dimensiones, además de numeración en el casco.
Cada chaleco se vende en promedio a Q100. Si se toma en cuenta que en el país hay 277 mil 922 licencias vigentes, se trata de un mercado potencial de unos Q27.7 millones.
La medida fue aprobada mediante acuerdo ministerial 289-2013, el cual fue objeto de modificaciones, pues al principio era obligatorio que los motoristas circularan sobre el carril derecho, lo cual quedó sin efecto.
El gobierno de Álvaro Colom adoptó una medida similar que generó protestas y fue difícil de hacer cumplir. El plan original fue implementado en Colombia y estaba restringido a ciertas ciudades con problemas de violencia. La actual ley tiene vigencia a nivel nacional.
Inversión
Q27.7 millones es la cifra que generaría la venta de 277 mil 922 chalecos
277922 Liencias vigentes al 31/07/2013.
60421 Trámites del licencias del 1 de enero 2012 al 31 de julio de 2013