Se complementa con una línea de ejercicios, inspirados en los movimientos naturales de esa época y que hoy puede encontrar boja el nombre de Crossfit, Insanity, Powerliftinga o TRX. Su secreto reside en la similitud que estos entrenamientos guardan con las habilidades propias de nuestros antepasados, y, sobre todo, su intensidad.
Se trata de un estilo de alimentación muy atractivo de seguir porque se basa en el consumo de productos naturales, frutas, verduras, carnes magras, frutos del mar, semillas y grasas saludables. Excluye todos los alimentos procesados y con aditivos químicos, incluso hasta sugiere disminuir al máximo el consumo de lácteos, leguminosas y carbohidratos.
Esta dieta al estilo del cazador recolector es muy nutritiva, el truco está en comer lo que antes cazaría, nada procesado, todo orgánico y por supuesto libre de gluten.
Características nutritivas
La dieta paleo se caracteriza por el consumo de alimentos muy naturales, sin adición de químicos ni procesamientos industriales. Por eso los productos orgánicos quedan muy bien en este estilo de alimentación.
Si bien el cuerpo necesita de todos los grupos básicos para la nutrición, esta dieta restringe los carbohidratos, los lácteos y las grasas saturadas. Por eso es importante sustituir los nutrientes por medio de frutas, vegetales, semillas y carnes magras, además de las comidas balanceadas permitidas, esto con el fin de no alterar o carecer de energía en el cuerpo, según explica Amanda Cano, nutricionista.
La clave de este estilo de alimentación está en comer lo más natural posible e inclusive con porciones moderadas y en cinco tiempos de comida. Además, es conveniente agregar de vez en cuando muy pocas raciones de carbohidratos integrales y lácteos bajos en grasa, porque al excluirlos por mucho tiempo el cuerpo crea una resistencia. O bien, se puede afectar el bienestar de los huesos y la masa muscular. Lo que no debes perder de vista es mantener una dieta equilibrada.
¡Si a las grasas buenas!
Evite las que son derivadas de carnes procesada, mantequillas, aceites vegetales polinsaturados y las trans, que se esconden en comida preparada.
¿Azúcares?
Consuma sólo los naturales, incluso los cavernícolas estaban preparados para adorar el dulce, pero una cosa es asaltar esporádicamente un panal de abejas y otra es boicotearnos con kilos de azúcares procesados.
Claves para llevarla a su cocina
- Prefiera la comida preparada en casa en vez de las versiones que ya vienen congeladas, incluso comidas rápidas y comerciales.
- Evite los productos que dicen bajos en grasa o dietéticos. Los alimentos naturales no traen etiquetas.
- Aléjese de las comidas empaquetadas que contengan una lista larguísima de ingredientes difíciles de pronunciar.
- Consuma comida de origen orgánico. Los mercados siempre tienen cestos llenos de frutas y verduras coloridas que llenarán de vitalidad su organismo.
- Cocine con hierro fundido, cerámica o vidrio y evita al máximo el uso del horno de microondas.
- Duerma bien y mucho. Durante el sueño se lleva a cabo el proceso de reparación del organismo.
- Pase más tiempo al aire libre. Camine a pie, ande en bicicleta, practique senderismo, yoga, visite la playa o los parques que tengan mucha naturaleza.
Revise bien qué hay en su despensa
- Que no le falten las carnes blancas, en especial la de pescado.
- Vigile que en su despensa haya granos integrales, pero procure balancear el consumo de aquellos que contengan demasiado gluten porque dificultan la digestión e inflaman el intestino delgado.
- Mantenga muchas frutas y verduras de todos los colores. De preferencia que sustituyan las legumbres porque estás últimas están relacionadas con problemas digestivos como el síndrome de colon irritable.
- Saque los lácteos, pero si no puede hacerlo de un solo, prefiera todos los que sean deslactosados y libres de grasa y consúmalos muy esporádicamente. Tome en cuenta que nuestros ancestros no mantenían vacas u otro ganado y existe la evidencia de que nuestra tolerancia a la lactosa disminuye con la edad. Así que evítelos.
Menú de un día habitual
Este es un ejemplo de lo que podría comer en un día típico si sigue una dieta paleo:
- Desayuno. Huevos y melón.
- Almuerzo. Lomo de cerdo magro asado y ensalada (lechuga romana, zanahoria, pepino, tomates, nueces y aderezo de jugo de limón).
- Cena. Solomillo de carne de res magra al horno, brócoli al vapor, ensalada (hortalizas de hoja verde mezcladas, tomate, aguacate, cebollas, almendras y aderezo de jugo de limón) y fresas para el postre.
- Meriendas. Una naranja, bastones de zanahoria o de apio.
La dieta también hace hincapié en beber agua y estar físicamente activo todos los días.
Fuentes: Amanda Cano, nutricionista asesora nutricional de Herbalif teléfono 4229-8972. María José Carpio, chef 5843-3356.
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