Estela de destrozos
Como depresión tropical, Newton dejó durante el fin de semana tres muertos y al menos 800 personas damnificadas en los estados sureños de Chiapas y Guerrero.
En este último estado, en el turístico puerto de Acapulco unas 200 personas quedaron atrapadas en un fraccionamiento por los anegamientos, que alcanzaron 60 cm de altura.
La zona fue evacuada por agentes de la Policía Estatal mediante un helicóptero, informó el gobernador de Guerrero Héctor Astudillo Flores.
Algunos de los pobladores fueron llevados a un refugio temporal, pero otros se rehusaron a abandonar sus viviendas.
Por otro lado, también en Guerrero se registraron 33 derrumbes y deslizamientos de rocas en distintos tramos carreteros interestatales y las lluvias ocasionaron el colapso de una céntrica calle de Acapulco donde cayeron dos automóviles particulares y resultaron heridos tres pasajeros.
En Chiapas, Guerrero y Michoacán ya no hay lluvia “sin embargo se están haciendo ya operativos para que no haya ningún brote epidemiológico que pueda comprometer la salud de las personas”, indicó Ricardo de la Cruz.
En septiembre de 2014, el balneario de Los Cabos, favorito de muchos turistas estadounidenses, sufrió el embate del huracán Odile, que dejó seis muertos y millonarias pérdidas materiales.
Y en septiembre del 2013, el azote casi simultáneo de los huracanes Ingrid y Manuel dejó 157 muertos en Guerrero, de los cuales una cincuentena fueron personas que quedaron sepultadas por un deslave en el pueblo cafetalero de La Pintada.