Los impulsores de AGL —cuya primera versión ya está disponible para su descarga desde el sitio oficial del proyecto— buscan crear “una experiencia de carro conectado seguro y confiable”.
El sistema permite a los fabricantes de automóviles aprovechar el desarrollo de software basado en Linux e integrarlo en su producción. “La apertura y la colaboración son la clave para acelerar el desarrollo de una plataforma automotriz común y estándar; de modo que la industria pueda lograr más rápidamente su visión de entregar el carro conectado”, afirmó Dan Cauchy, gerente de la Fundación Linux.
Cauchy aseguró que la comunidad de desarrolladores trabaja en nuevas funciones y características de las versiones futuras de AGL, cuyo software está basado en el sistema operativo para automóviles Tizen IVI, con aplicaciones en HTML5 y JavaScript, en una “única plataforma de referencia de código abierto”. Las primeras funciones disponibles de la plataforma —según se observa en las capturas de pantalla publicadas por la organización—, son acceso a Google Maps, controles por voz, conectividad Bluetooth para dispositivos móviles, lector de noticias y reproductor de música.
Captura de pantalla muestra cómo funciona plataforma de Linux. (Foto Prensa Libre: Archivo)
AGL se suma a otros sistemas operativos para automóviles como Android Auto, presentado por Google en su última conferencia para desarrolladores, en junio recién pasado.
El sistema desarrollado por el gigante de internet integra el carro con el teléfono móvil del conductor y tiene comandos por voz como principal aliado para hacer acciones como la recepción de mensajes de texto, llamadas telefónicas o trazar recorridos en un mapa.
VULNERABILIDADES
La privacidad, actualizaciones y apps de los smartphones para carros que incluyen una plataforma informática, son aspectos en los que se centrarán los hackers.
“”Los carros conectados abren la puerta a amenazas que ya existían en el mundo del PC y de los smartphones, pero adaptadas a este nuevo medio. La problemática de la privacidad de datos también llega al automóvil con gigantes como Google, que ya han colonizado algunos de los modelos con su tecnología de búsquedas. Los riesgos que pueden sufrir los usuarios de estos automotores conectados van desde el robo de contraseñas, apertura de puertas, acceso a servicios remoto, localización del coche e incluso el control físico del vehículo“, señala Vicente Díaz, analista de Kaspersky Lab.
