Este grupo había determinado en el pasado que los niveles de la proteína cerebral reelina, con reconocidas funciones en la modulación de la actividad sináptica y la plasticidad y, por lo tanto, en la formación de la memoria, eran elevados en el cerebro de personas que padecieron Alzheimer.
El significado de dicho aumento se desconocía hasta la fecha, y lo que es más importante, las consecuencias del mismo en la función de dicha proteína.
La relevancia del trabajo es que se describe que, a pesar de este aumento, se da la paradoja de que hay menos 'reelina' funcional en el cerebro de los enfermos con Alzheimer.
Los autores describen que el principal agente patológico del Alzheimer, el péptido-amiloide, es el que promueve el aumento en los niveles de expresión de 'reelina', pero al mismo tiempo dicho componente se une a la 'reelina' y dificulta su actividad normal.
El estudio de la funcionalidad de una proteína cerebral en humanos es complejo ya que necesariamente proviene de post-mortem y no se puede actuar sobre su actividad, por lo que efectuaron estimaciones también en el líquido cefalorraquídeo de punción lumbar de sujetos con alzhéimer, según Cuchillo.
Este estudio puede ser relevante en cuanto al abordaje terapéutico de la enfermedad y podrían ayudar a definir nuevas vías efectivas de tratamiento.
El grupo de Sáez pertenece al Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED), una iniciativa del Instituto de Salud Carlos III para mejorar en la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas y neurológicas.
En el trabajo han colaborado, además, investigadores de la Universidad de León y de la Medical Univer University de Viena (Austria).