Durante la visita, ha conocido el trabajo que la agencia de la ONU para la infancia desarrolla en Líbano en colaboración con las organizaciones locales para atender las necesidades básicas de las familias y niños refugiados sirios.
Unicef promueve proyectos de agua y saneamiento, unidades móviles de atención médica y actividades de recuperación psicosocial para ayudarles a superar “los traumas y los momentos de tensión” que han vivido al dejar atrás sus países de origen, señaló el pívot.
Pau Gasol
Gracias a labor de Unicef, 132 mil niños pueden asistir al colegio, aunque todavía hay muchos que no van a la escuela porque sus familias viven en tierras arrendadas y tienen que devolver el dinero con el trabajo de padres e hijos, expresó Gasol.
El basquetbolista expresó su deseo de que termine el conflicto en Siria, sobre todo “por el bien de los niños que son los más vulnerables para que puedan volver a sus casas y restablecer una vida normal”.
El jugador apuntó que algunos niños libaneses lo reconocían, pero ninguno de los refugiados sirios de los asentamientos informales sabía quién era, aunque se daban cuenta de había una persona que “se preocupaba por ellos” “alucinaban” con sus “dimensiones” y disfrutaban jugando.
También destacó que la satisfacción de “ayudar a salvar y cambiar vidas humanas que están en una situación de precariedad y necesidad” es mucho mayor que la satisfacción personal y profesional de ganar una medalla olímpica.
“Este tipo de visitas te ayudan a tener una perspectiva clara de lo que es la vida más allá de tu mundo, de tus paredes, de tu realidad. Te acerca a tu lado más humano. Al final, todos somos personas igual de vulnerables. Simplemente hay algunos que tenemos la gran suerte de vivir en partes del mundo mucho más privilegiadas que otras” , resumió.
Gasol admitió que alguna vez se ha venido abajo en estos viajes, en los que ha vivido situaciones que le han sobrepasado, al tiempo que ha asegurado que todas las acciones de Unicef en las que ha participado han tenido “un impacto muy positivo”, “la ayuda ha llegado” y se han obtenido “grandes resultados”.
Para el jugador, lo más bonito de la experiencia han sido los contactos humanos que ha tenido con la gente con la que ha interactuado en los asentamientos informales.
Entre los recuerdos del viaje, ha resaltado que los niños son los grandes protagonistas porque son maravillosos, transparentes y transmiten lo que sienten con sus sonrisas y aprecian el cariño y la calidez.